La Edad Oscura 32: El Vuelo del Fenix


Y llegamos así al final de esta historia. Al último de los capítulos y las últimas decisiones. Pues este Imperio que se construye con sacrificios había entrado en la Pax Seth que duraría muchos años. Pero para establecerla, como siempre, habría que pagar precios. Un precio pagado con la sangre de los Li Halan cuando uno cae en la trampa del Regente Imperial y acaba perdiendo su vida en un duelo deshonorable. Un gesto que sembraría el miedo en la corte, un miedo que habría que compensar con rumores e intrigas, pero también concesiones. Como la vida de los herejes de Varadim, al retirarle el apoyo en el planeta al Santuario de Aeon y ceder a las terribles demandas de la Inquisición.

Mientras tanto, la Flota Imperial abandona Byzantium Secundus, dirigida por Lisandro Castillo, camino de la batalla contra el Árbol Mundo. Pero, por muchas alianzas y compañeros que el Duque Hazat llevase con él, de nada le iban a servir contra el terrible enemigo al que se enfrentaba. Y ahí es cuando Lisandro, de nuevo, se vuelve hacia mi Hermano, hacia Belcebú y acude en defensa de un planeta como Stigmata donde los escudos de las ciudades colapsan todos a la vez. Uno de nuestros oscuros milagros los vuelve a alzar, salvando con ello incontables vidas que, de otro modo, hubieran acabado simbiotizadas.

Pero las intrigas del palacio se fortalecen, a medida que el nuevo consejo de las Casas se reune por primera vez, una nueva forma de gobierno. Y las habladurías sobre la falta de nobleza de Seth crecen, llevándole al complejo e inesperado cortejo de la Duquesa Salandra Decados, con quien eventualmente se casaría como todo el mundo sabe. Un matrimonio que, cuando llegase, consolidaría una de las alianzas que sostendrían el Trono del Fénix durante mucho tiempo, al contar con la oposición de los Li Halan pero el apoyo de los Decados.

Derrotar al Árbol Mundo y a sus simbiontes, sin embargo, requirió complejas negociaciones. No solo entre los mortales, sino pedirnos favores a nosotros también. Y, no nos llevemos a engaño, la cantidad y profundidad de los que se pidieron fueron mucho más de lo necesario para derrotar al enemigo que, como dice mi Hermano Belcebú, no es más que una planta venida a más. Así que el fluir del Río de la Vida fue cercenado cuando la Orden Eskatonica recibió ciertas enseñanzas, la posibilidad de recibir refuerzos fue bloqueada cuando revivieron antiguas maquinarias de los Annunaki y, al final, ni siqueira hubo una batalla épica a bordo del Árbol Mundo pues, aislados, los simbiontes no son más que autómatas sin pensamiento real. 

Y así es como los dos viejos amigos se reunieron de nuevo en Byzantium Secundus. Hubo más crisis, como cuando los miembros de los Brothers Battle declararon el cisma y la separación de la Iglesia por abandonarlos y la intervención de Seth causó la furia de la Inquisición. Pero lo que el Templo de Avesti no sabía era que esa sería la gota que colmaría el vaso del Regente Imperial y llevaría a que las mentes de todos sus monjes y miembros en Pyre fuese modificada por mi. Pero crisis menores que no empañaban el reencuentro entre los dos.

Mientras la cámara se aleja de ellos una última vez, pues su tiempo en el centro del escenario llegaba a su final, les vemos darse un último abrazo para nosotros. El gesto de quienes han sobrevivido al infierno, a las horas más oscuras y, pese a sus enemistades y reticencias iniciales, han sabido encontrar el apoyo del uno en el otro cuando más lo necesitaron. La señal de la verdadera amistad que unió a los dos, tan diferentes entre si, tan importantes para todo lo que habría de ocurrir después. Pues, como les inmortalizaría el célebre pintor décadas después, ellos dos habían sembrado las semillas de lo que sería el nuevo Imperio, el que heredaría una Aurora en el centro de su poder, con unas fuerzas imperiales mucho más importantes que las Casas nobiliarias, que habrían de lidiar con la división y fragmentación de la Iglesia y mucho más. Pero eso, queridos espectadores, ya es historia para otro tiempo y otro lugar. Pues la Edad Oscura había terminado y comenzaba la última Edad de Oro de la humanidad, antes de que llegase la Prueba...

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