Tiempo de Anatemas 31: El Alto Precio del Alba
Huellas Olvidadas, el primer aliado, el primer guía y mentor, había muerto. Siempre en el fondo de la imagen, invisible, paciente, esperanzado en la capacidad de los solares de restaurar la Creación. Y su muerte inició una cadena de eventos que permitiría que ciertas normas se rompiesen y ciertos secretos saliesen a la luz. Pues desde los cinco polos, enviados de los Círculos llegaron a su isla que llevaba aislada del resto de la Creación desde siglos antes y, con ello, obligó a los Exaltados Siderales a salir de su refugio. En la torre llena de peces y acuarios que era la manse de Huellas Olvidadas, los solares se repartieron la investigación en torno a lo ocurrido. Unos permanecieron en la centralita, buscando pistas entre salones de comidas apenas tocadas y librerías donde faltaban libros. Otros fueron a buscar a Garza del Estanque Tranquilo, la exaltada de la Serenidad, a indagar entre cisnes y palabras su conocimiento de lo ocurrido. Otros fueron con Susurro del Alma, cuyas verda