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Mostrando entradas de diciembre, 2022

Crónicas de las Tierras de la Bruma 44: Mareas de Demencia

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  La demencia puede tomar muchas formas distintas, como las danzas de las llamas de nuestra hoguera, se nutre y expande extendiendo su locura como monstruosos tentáculos por las mentes de las personas. Y, a menudo, puede tomar incluso el más razonable de los aspectos bajo su absurda forma. Es lo que ocurrió entonces en Nueva Catan, cuando un ilícido llamado Nahelond se postuló como candidato al Senado de la ciudad con una plataforma basada en el intercambio de ideas y conocimientos y colaboración entre esta ciudad y la antigua capital de los elfos en Assur Na'filem. Si bien los otros gremios habían tratado con el ilícido y se encontraban indecisos o incluso favorables a su existencia, al fin y al cabo era un ciudadano de Nueva Catan, el Nuevo Cisne no iba a tolerar que un monstruo así se encontrase en sus calles y ciudades.  Pero antes de confrontarle fueron a incluir a Gnaven el Gran Arquitecto en la carrera por la presidencia, donde se enfrentaría a su antigua prometida por el mo

Crónicas de las Tierras de la Bruma 43: Desde las Sombras de Otros Mundos

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Los demás gremios, debes saber, estaban pasando completamente de los piratas que habían desembarcado en las costas del antiguo continente. Preocupados por sus ascensos a la divinidad o la religión en el pantano, descuidaban a ese enemigo poderoso que había desembarcado en las costas de las tierras sagradas. Pero no el Nuevo Cisne, no señor, ellas no se sentían ajenas ni por encima del bien y el mal y la gente de la ciudad lo empezaba a ver con claridad. Contribuyó a ello, sin duda, que Zarel organizase su primer evento público. Igual que las etapas de nuestro viaje, otras sesiones seguirían a esa primera toma de contacto, esas primeras veces en que el gremio se relacionó de cerca con la gente. Y, con ello, San Zarel comenzó a reunir a su congregación. El tiempo mostraría las consecuencias de aquel acto pues, igual que ganó seguidores, también hubo detractores entre los más fieles de las enseñanzas del Aeon. Pero ya hablaremos de eso más adelante, esta misma noche.  Visitaron también a

Error 103: Futuro no Encontrado

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  Tic, tac, tic, tac. El reloj de la pared marca el paso del tiempo con la percusión lenta y suave de lo inevitable. En el tic todo se encuentra en la posición que ocupa desde hace años, un mundo rojizo y apagado en mitad de Syrtis Major. En mi cuenta bancaria aún no han hecho el ingreso del último trabajo completado, que permitirá que al volver a Olympus Mons compre la deuda de un pequeño ingeniero de trenes, indenturado desde hace tiempo a la T.A.I.U. Uno más de los engranajes que deben llegar a su posición para que, cuando llegue el momento, haya un fallo mecánico en el lugar adecuado. Un peón que será sacrificado si es preciso en el altar de fuego que hay en mi pecho. No es algo que me produzca placer, es solo un mal necesario, el coste de hacer negocios, el número rojo en el balance de la cuenta. Durante más de dos décadas esta ha sido mi vida. Al fin y al cabo, el objetivo de las Ecuaciones más sencillas es despejar sus incógnitas, pero la belleza de mi algoritmo autoajustado es

Crónicas de las Tierras de la Bruma 42: Cara a Cara con el Terror

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  El terror puede tomar muchas formas. En las sombras que proyecta esta hoguera en la noche se esconden los miedos que nos atenazan a todos desde que éramos niños. Fantasmas y demonios, vampiros y goblins y muchas otras cosas. Pero aquel día, el terror tomaría forma y pondría a prueba la determinación de los ciudadanos y, en especial, del Nuevo Cisne. Pues el Dragón Demoniaco había hecho su ultimatum y era el gremio el más vocal en plantarle cara. Así que se evacuó como se pudo la ciudad, pero no había suficientes navíos para todo el mundo. Se usaron las catacumbas para acoger y proteger a los ciudadanos. Y a las murallas, rodeadas de los caballeros del Reino, las hermanas subieron dispuestas a enfrentarse al Dragón cuando este se presentase a destruir la ciudad como había prometido que haría. ¿Tenían el poder para detenerle? No, en aquel momento aún no lo tenían, pero eso no las detuvo. ¿Había miedo a la muerte propia y de sus personas queridas en sus corazones? Yo no lo se, no estuve

Error 102: Sentimientos no Encontrados

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Ahora que me preparo para poner en marcha mi propio plan, mi propia ecuación, no puedo dejar de reconocer que abrir los ojos de nuevo bajo aquel techo pobre y desconocido fue algo inesperado. Era blanco, o eso se suponía, pues las manchas amarillentas y rojizas lo afeaban, igual que la insuficiente iluminación. Con el paso de esos primeros días, descubriría que era una clínica de mala muerte perdida en Olympus City, debido a que si acababa en una buena instalación probablemente me descubrirían. ¿Cómo es que abrí los ojos? No vi venir la traición, eso es innegable, pero mi plan de contingencia llevaba años preparado por si la competencia intentaba acabar conmigo. Evelyn Queen, mi guardaespaldas y asistente para operaciones encubiertas, había seguido el diseño al detalle. Nunca sabré, probablemente, por qué la bala impactó en mi corazón en vez de ir a por mi cabeza y destruir así mi Nanocopiador, pero lo hizo, dando tiempo y ocasión a que Evelyn hiciese su magia. Fingiendo atenderme se e

Error 101: Ecuación no Encontrada

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  El universo es una ecuación cuadrática de una complejidad infinita. La suma y resta eterna que conforma la actividad de instituciones y corporaciones, individuos y gobiernos, masas calculables y predecibles bajo el dominio del algoritmo. Una concatenación racional que lleva a conclusiones previsibles, ordenadas, equilibradas. Al final, ¿qué es la vida humana sino una pieza de una ecuación mayor? Un ser humano no es más que la suma de todo lo que será capaz de producir en su vida: su trabajo asalariado al servicio de la corporación, el número de sus hijos, el consumo continuo que activa la economía. Frente a ello, la resta que produce durante ese tiempo: los costes derivados de mantenerlo controlado, su salario, el precio de la sanidad y otros productos. Una persona, por tanto, no es más que un número, y los hay que valemos más que otros. Es así de sencillo. Es la ley del mundo.  Mi nombre es William Tessier-Ashpool y hoy mi mundo se ha derrumbado. Toda la ecuación ha fallado. Todos l