Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2015

Los renglones torcidos de Dios y las sinfonías perdidas

Así que te plantas ante mi, creyéndote poderoso, amparado por tus poderes sobrenaturales y tus armas encantadas. Dispuesto a conquistar con fuego y plata lo que no pudo derribar más que la voluntad del Altísimo. Y, sin embargo, aún con toda tu arrogancia y prepotencia, no puedo sentir otra cosa que no sea lástima por ti. Lástima porque, bajo toda esa apariencia de seguridad, solo puedo ver a un niño que grita por la mano de una madre que se ha alejado. No necesito usar de mis propios poderes para ver tu soledad, la debilidad de tu voluntad, tu inseguridad y fragilidad. Te crees poderoso por tu fuerza y capacidad de destruir, sin darte cuenta que lo que te hace grande es tu capacidad para imaginar, para crear, para soñar.