Crónicas de las Tierras de la Bruma 16: El Mensajero del Más Allá

 

Me duelen los pies de tanto caminar en esta tierra blanda e inestable. Pásame de nuevo el ungüento que te cuente la llegada del Portavoz al Nuevo Cisne. Pero antes de su llegada, es importante señalar que esa noche, aunque muchos lo quieran olvidar, el ifrit de Jaeremias descubrió la localización del genio de Milia. Y fue la rápida reacción de la hechicera la que expulsó al Ifrit, aunque demasiado tarde para evitar que descubriese la localización de su presa. Eso abriría la puerta a la necesidad de enfrentarse al hechicero cuando llegase el momento, ahora que Jasper se había visto obligado a abandonar su investigación. 

Pero, como decía, ese fue el día de la llegada de Zarel al Nuevo Cisne. Se plantó allí con la inocencia de la juventud y la decisión de quien huye de su pasado, con una armadura demasiado grande y la asunción de que le iban a aceptar porque habían compartido estancia en el orfanato de la Señora Potter, aunque el tiempo les hiciese pertenecer a distintas generaciones. Y no recibió la más calurosa de las bienvenidas, te diré, especialmente de parte de Gnaven el Forjador que de base era desconfiado de quienes no se habían ganado su lealtad con años de amistad. Ya llegaría el tiempo de eso, pero en el futuro, tan lejano como el día que no nos duelan los pies. 

Y le siguió a eso un conflicto, pues al poco de que Zarel se presentase en la sede llegó a la misma el abogado de Victalove, con las nuevas preguntas para formar el gobierno de la ciudad. La última tanda ante las futuras elecciones. Y Hotane decidió que era el momento de dormirlo con drogas en el te. No seré yo quien diga que la Hija del Bosque se volvió loca, pero los antiguos textos de aquella época no dan una razón muy creíble de por qué ocurrió. Ni qué hizo adecuado que incurrieran en la ira del abogado cuando fue despertado por los demás integrantes del Nuevo Cisne al poco. 

Lo que sí está claro es que poco menos que huyeron de la ciudad antes de que se liase de nuevo la gorda con Jaeremias, el abogado y su puta madre. Pero no huyeron en plan cobarde, sino que se adentraron en la floresta, más profundo de lo que nadie había llegado, a una región más peligrosa de la que les correspondería. Porque sus huidas no eran por falta de valor, de eso iban sobradas, solo era una cuestión de dejar atrás sus propias liadas, que de eso tampoco iban escasas.

Profundizando en el bosque se encontraron con el buho, el Espiritu del Bosque, que les advirtió de los espíritus corruptos que encontrarían si profundizaban, la misma materialización del bosque corrupto por las artes de las brujas. Pero no titubearon ante las advertencias y siguieron adelante... cayendo de lleno en la trampa del bosque, que las separó cuando el suelo se abrió bajo los pies de Milia y Zarel, aunque pronto se reuniría con ellas Aurora descendiendo por el aire con calma mientras conjuraba. Pero el mismo suelo controlado por las driades corruptas quería tragarlas, mientras sobre el mismo sus hermanas luchaban contra el otro grupo de dríades corruptas. Fue una batalla dura, donde varias de las integrantes cayeron derribadas por los terribles aullidos de los espíritus del bosque y las emboscadas y trampas se sucedieron. 

Pero prevalecieron, ya lo creo que lo hicieron. Les partieron la cara bien partida a ellas y al druida que vino después con sus árboles corruptos. Que si elemental de tierra y barrera de espinas, que si conjuros de seducción y su puta madre. De nada le sirvieron al druida y los suyos que pronto se vieron mordiendo polvo como si fuera un manjar. Pero el druida llevaba consigo un orbe de memoria que contaba parte de la terrible historia del mismo, desde que era un elfo siervo del dios de la tierra Nensa'ar a su involucración con la creación del bosque de fantasmas y, eventualmente, la traición de las brujas y su encadenamiento al mismo bosque que había ayudado a crear. Un destino terrible para quien osó enfrentarse a Valendra Nitain, una de las tres grandes brujas. 

Pero el joven Zarel había pasado su bautismo de fuego en el campo de batalla del bosque y, aunque fuese renuentemente, empezaba a ganarse un espacio en los corazones más duros de quienes serían sus compañeros. Como elegido del Aeon, Greco les advirtió que secciones de la Iglesia estaban en contra de su existencia y lo que implicaba, y que había llegado a la ciudad un Cuestionador para dilucidar la verdad. Sin embargo, eso quedará para otra noche. Ya no nos queda casi ungüento y aún quedan muchos días de viaje por delante. Será mejor descansar un poco o sino mañana no te va a aguantar ni tu madre.

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