Tokyo 4ª Generación 4: Las Justas


Y finalmente llegó el día, al final del largo año de entrenamiento, que el reino que se encuentra más allá del arcoiris dispondría las pruebas finales de los estudios. Aquellos niños que triunfasen en ellas tendrían más caramelos y serían felices, y aquellos que lo hiciesen peor tendrían clases de refuerzo ¡y así todos sería felices pronto! Pero como nadie quería clases de refuerzo en el descanso de vacaciones, todos se esforzaron duramente y dieron todo de sí para conseguir los mejores resultados. 

La primera prueba la pondría el hechicero de la corte, que con sus dotes mágicas llevaba preparando a los niños para luchar contra sus miedos. Muchos estaban asustados, pero Izumi les dio a todos unas bandanas de poder y ninguno tuvo miedo. Tampoco hacía falta en aquella ocasión, porque el poderoso hechicero extranjero era sabio y bueno, y en vez de ponerles a prueba les dio bellos regalos que, cuando llegase el momento de la verdad, les ayudarían a enfrentarse a los problemas y a las dificultades. Y es que hasta en el viejo hechicero cascarrabias había un corazón de oro que buscaba querer a los demás y cuidarles.

La maestra de armas si que tenía intención de probarles, usando una antigua leyenda de tierras distantes les hizo alzar una roca por una montaña, llevarla de nuevo al punto inicial y de nuevo alzarla. Pero no era una piedra sin más, sino que estaba hecha del metal azul que era invulnerable a sus magias y poderes, y tuvieron que ser originales a la hora de resolver el acertijo. Algunos la empujaron con dolor cuesta arriba, otros la rompieron en trozos pequeños y la llevaron por partes, los hubo que se destransformaron de humano a dragón y la llevaron en sus fauces a la cima y otras lo hicieron con el poder de sus amigas todas unidas. Alguno incluso tuvo que prometer que haría cualquier cosa por otra de las estudiantes, pues necesitaba de sus herramientas porque no se había preparado. Y también los hubo que alcanzaron el final de sus caminos y no fueron capaces de alzar la roca. ¡Pero no pasaba nada, al final todos acabaron aprendiendo cosas nuevas y valiosas sobre sus límites y las cosas que podían realmente hacer! ¡Fue super diver!

La última prueba era aguantar un tiempo contra el más poderoso de los caballeros del rey. Algunos, como Ronin, no tuvieron miedo y fueron capaces de aguantar a solas contra tan formidable oponente, parando diestramente todos sus golpes. Otros fueron bajo la protección de la princesa Kara, de Izumi y de Isara y ellas protegieron a los demás niños para que pudiesen vencer la prueba aun cuando no fueran grandes guerreros. Hubo que hacer muchos trucos y magias para proteger a tanta gente y estuvo muy cerca en varias ocasiones, pero vencieron al final. No todos lo consiguieron, sin embargo, pues algunos de los niños fueron incapaces de aguantar los embites de tan formidable guerrero, pero al final lo celebraron igual porque todos habían aprendido algo aunque se hubiesen enfurruñado.

Entonces, la gran profesora juntó a todos los niños para que viesen las notas y los resultados de las pruebas, quienes cambiarían de clase para recibir apoyo extra y quienes permanecerían. Pero, más importante aún, se distribuyeron los dormitorios, ¡porque al siguiente año pasarían todos a vivir en la escuela! ¡Que diver todos juntos! Los cuartos fueron repartidos y no todo el mundo acabó con quien parecería su pareja ideal al principio, algunas si como la princesa Kara e Isara, pero otros lo tendrían más complicado con sus compañeros. Pero, al final, de esos malentendidos iniciales y primeras discusiones, todos aprenderían mucho y con el tiempo sus corazones vencerían y todos acabarían siendo los mejores amigos. ¡Porque esa es la verdadera magia del reino que está más allá del arco iris!

Pero tras ello, los niños se separaron para volver a pasar las vacaciones con sus familias. ¡Y fueron unas vacaciones memorables! Isara estuvo con su familia en las tierras lejanas de otro reino e incluso se reunió con la princesa para cenar juntas. Otros estuvieron entrenando en el invierno montañés, como Ronin, que estuvo con su madre y su padre centrándose y continuando su adiestramiento tanto físico como mental. Pero la que mejor se lo pasó fue Izumi que no tuvo unas vacaciones sino veinte, pues todas sus amigas estuvieron en parques de atracciones y montañas, en tierras extranjeras y locales, y por todo el lugar, ¡incluso en su antiguo orfanato donde hizo felices a los otros niños gracias a su beca imperial! Porque ella nunca se olvidó de sus amigos del orfanato y siguió cuidándolos aunque estuviese lejos en la capital del reino.

Todo descanso debe llegar a su fin, sin embargo, y los niños volvieron felices y llenos de energía a la escuela a seguir aprendiendo mucho. ¡Que bien que les gustase tanto estudiar, eran todos unos niños geniales! Pero el hechicero de la corte tenía que enseñarles cosas difíciles, y con su magia hizo que cada niño tuviera que escoger entre salvar la vida de la princesa o la de un grupo de campesinos. Y eligiesen lo que eligiesen, siempre salía mal y había un precio que pagar, porque el hechicero aún no había dejado entrar del todo el amor en su corazón cascarrabias y se resistía a aceptar que siempre había una tercera vía y que, con la ayuda de los demás, ¡siempre se puede salvar a todos! 

Pero hubo juegos, y caramelos, y cuchicheos y bromas. Pues esa noche por primera vez durmieron en sus cuartos y pudieron ver películas y contar historias y reir y bromear. También hubo malentendidos y desajustes y algunos niños se acostaron refunfuñando molestos, ¡pero pronto todo eso se arreglaría porque todo se puede solucionar hablando cuando la gente abre sus corazones! 

La siguiente clase fue más complicada, pues la maestra de armas quería que aprendiesen a defenderse. E incluso aquellos niños que no querían ser caballeros sufrieron daño en sus prácticas, algo que llevó a que se enfrentasen a la profesora y le hiciesen ver que se equivocaba con sus métodos. Mientras tanto, los que sí iban a ser caballeros aprendieron nuevas técnicas de esgrima y prácticas de espada. Pero todos se pusieron tristes cuando a la maestra le enviaron una película para mayores, con mucha sangre y violencia, y ella habló de que se venía una pelea muy grande y gente con malas caras. ¡Y los niños tuvieron miedo, porque nadie quería pelear! Pero les dijo que vendría también Merlín y, como en la antigua película de Disney, supieron que con él también vendría un joven Arturo que solucionaría todo con la bondad de su corazón (probablemente Ronin que tenía muchas espadas como Excalibur, o quizás fuese una Arturia en este caso y fuese la princesa Kara que era hija de reyes, ¡todo era posible!). Y aunque con Merlín también viniese Morgana y acaso también Mordred, esta vez el caballero negro y la hechicera verían la luz y corregirían sus errores. Y si bien podría haberle ocurrido una desgracia a un héroe extranjero como Patriot, eso solo ocurría porque estaba vendido a corporaciones y no tenía el verdadero cariño de amigos y familia, ¡no como los niños, o incluso los reyes y sus caballeros, que gran familia llena de verdaderos amigos! Por eso los niños estaban bien y nada malo les pasaría, ¡porque en el reino al final del arcoiris solo hay finales felices!

Comentarios

  1. Obviamente falta el tercer capítulo porque estuve enfermo esa semana y no pude ir a la partida. :(

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