Lluvia sobre tiempos perdidos (3)

Dejé que, ante mis ojos fijos en la pared, discurriesen los siglos. Un tic, tac acelerado de un reloj desquiciado ante el cual se sucedieron los conflictos, las luchas y guerras, los amores y amigos perdidos. Una y mil vidas, vividas únicamente por mi, el depositario de unos recuerdos irrepetibles que hoy solo aparecían en los libros de historia. ¡Y qué recuerdos tendría Teodulfo si no hubiese sido destruido! La historia de la conquista de los godos a manos de los musulmanes, quizás incluso más atrás... ¿habría llegado a conocer la gloria imperial de Roma? No tenía sentido reflexionar sobre las cosas que era imposible saber y hacía mucho que mi Sire y señor era cenizas a las cenizas, polvo al polvo. Quizás era mejor así, que no tuviese que ver a qué había llegado todo. Entonces, un recuerdo brilló claro ante mis ojos.


-Las Revueltas Anarquistas nos trajeron a donde estamos. Las luchas de Sires cobardes y chiquillos abandonados contra el poder del Santo Oficio. Las revoluciones cambiaron el mundo de los muertos, destruyeron el orden establecido y, sobre sus cenizas mancilladas, construyeron uno nuevo basado en el enfrentamiento entre quienes antaño habían habitado juntos. Los mortales tardaron más en seguir nuestros pasos, pero lo hicieron. Cromwell derrotó al rey de albión en el año de Nuestro Señor de 1653, los franceses mataron a sus reyes en 1789 y aquí les intentamos seguir en el oscuro año de 1812.-

¡Cuantas decepciones se acumulaban con el paso de los siglos! Cuantas pequeñas degradaciones que se posaban lentamente sobre las anteriores, acumulando estiercol y basura sobre la belleza de un suelo de mosaicos. Un Velazquez que se retiraba de la pared para poner en su lugar un Rembrandt, o un Goya o, peor, un Picasso. La triste voz de una mujer llenó la sala con su presencia. "I was five and he was six..." comenzó, suave y trágica.

-Sin duda, tú que naciste antes de la Segunda República entiendes el fracaso que supone la democracia en la que vivimos. Para mi, sin duda, el franquismo es un fracaso de igual calibre, y todo se fraguó en los trágicos siglos que fueron el XVIII y el XIX, de golpes de estado, rebeliones, traiciones y monarquías envenenadas. Hubo un breve destello de belleza y esperanza en 1814, cuando los verdaderos patriotas trajeron de vuelta a Fernando VII al grito de "vivan las cadenas". ¡Que breve y bello destello! La esperanza de que las cosas podían volver a ser como debían ser, que los errores cometidos se podían corregir, que los que habíamos amado y perdido podían volver...-

Tantos, perdidos en el tiempo, uno tras otro. "...Bang bang, my baby shot me down...". Si se cambiaba "baby" por "history", sin duda bien que podrían aplicárseme las palabras que tristemente cantaba aquella mujer.

-Pero, si algo se aprende de la historia es que, lo pasado, jamás regresa. Los muertos no vuelven con nosotros, igual que las ideas jamás se recuperan ni se pueden hacer los daños. Aunque Fernando VII fue restaurado al poder, lejos estaba su habilidad como gobernante de la devoción puesta en él por su pueblo. Yo estaba aquí en Barcelona en aquellos años, y vi como la fe y la esperanza lentamente moría entre quienes le habíamos apoyado, esperando que estuviese a la altura de sus más ilustres precedentes o, incluso, acaso a la altura de los grandes como los Absburgo, o incluso más atrás, Alfonso X y otros Monarcas de talla incomparable. Y con su habilidad murió la posibilidad de que las Españas fuesen gobernadas por un Rey adecuado, igual que se fueron perdiendo las últimas colonias de un Imperio que había visto el sol durante todas las horas del día.-

Era curioso, acaso en eso los mortales habían seguido a los Cainitas, en lugar de ser a la inversa. Nosotros habíamos destrozado nuestros gobiernos siglos antes de que ellos lo hicieran con los suyos, pero en el camino de descenso hacia el fondo del pozo, todos avanzábamos sin descanso, aunque fuera a diferente velocidad. El fin de los tiempos, profetizado tanto por las Sagradas Escrituras como por el Libro de Nod y demás textos no muertos. Apocalipsis, Gehenna... se construían lentamente, paso a paso, con cada derrota que sufrimos, con cada cambio inadecuado que aceptamos, con cada peldaño que descendemos alejándonos de quienes eran mejores y más sabios que nosotros. Cada vez, en última instancia, que nos entregamos a falsos dioses como el dinero, la democracia o la televisión.

Comentarios

  1. Como las primeras partes, este relato fue escrito el 27 de Noviembre de 2015.

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