Cronicas de las Tierras de la Bruma 50: El Vuelo del Cisne

Si este fuese el monomito, la historia de historias, sería ahora cuando tocaría la hora más oscura. El momento en que todo parece perdido y los héroes no saben a dónde progresar. Pero esa no era la senda del Nuevo Cisne cuya ruta solo las llevaba a las alturas, por encima de las pruebas del pasado y aquellas que les deparaba el Ciclo de la Oscuridad. Hasta donde ellas quisiesen llegar.

Pero comenzaría esa fase de un modo mucho más discreto, cuando Milia planteó sus planes para crear un orfanato y escuela que doblase al mismo tiempo como lugar de formación de niños para su futuro... y de espías para conocer lo que ocurría en la ciudad. Un plan que requería papeleo para el que Hans rápidamente se puso en marcha encontrando ante la entrada de la sede a Terrance, uno de los más aclamados pintores de desnudos de la Hegemonía que venía a retratar a Aurora aunque Milia también le resultó atractiva. La conversación no fue tan suave como el pintor esperaba, especialmente tras su primer choque con Zarel y Talon, y el posterior desplante a la Maestra de Deseos. Y es que, aunque las crónicas no son claras al respecto, tras derrotar al Hegemon en batalla junto con la Luz Reveladora y hacerse con un esqueje del Brezal Blanco restaurado, Milia había tenido una conversación con el genio de su lámpara y le había mostrado que existía otra vía al conflicto entre ambos, una senda donde ambos fuesen libres cuando ella fuese capaz de conceder deseos por si misma.

Mientras Aurora se dedicaba a posar para el retrato que aún hoy le ha valido el sobrenombre de la de Marmóreos Gluteos, Zarel oficiaba con sus fans y seguidores un nuevo rito. Logró recuperar a su ángel seguidor que, por primera vez, mostró más voluntad a hablar y romper su habitual silencio. Al final de ese oficio, uno de sus seguidores se le aproximó en busca de ayuda con un favor, restaurarle la salud a su vecina, una sastre bondadosa pero atea. Y el joven santo no dudó en ayudarla aunque no profesase la fe, sino que allí se plantó y, con ayuda de Talon y Madrigal, restauró a la mujer a su perfecto estado. 

Y ya que hablamos de Talon, el joven muchacho había comenzado su peculiar cortejo a Jenny "la Negra". A la Princesa Pirata, única de los suyos que permanecía en el antiguo continente después de la huida de los demás, no se la cortejaba con los formales modos de Talon que, guiado por lo que él entendía de las enseñanzas de Aurora, había escrito prácticamente una carta escolar para pedir "el coito", según cuentan los antiguos relatos. Esa primera misiva no recibió respuesta, pero la segunda si, una carta de vuelta que fue entregada por la joven Christina mientras chismorreaba con Zarel y Milia y Talon veía que su cita sería concedida. 

Fueron también a recoger a Lian, la hija secreta de Quinto Severo, al Cubil del Dragón, encontrando que Le Signore, el dueño, llevaba semanas desaparecido. Investigaron un poco antes de notificar a la guardia de la ciudad y llevarse a la joven a vivir con ellos a la sede del Nuevo Cisne. 

Y entonces llegó la hora de cumplir con lo prometido a Mordenkainen a cambio de la transformación de Aurora en Dragón. Fue en ese camino donde Shana mostró por primera vez su interés en tener un dragón con ella al que cuidar, entrenar y educar. Uno bueno, pero con genio y carácter, y Aurora le expuso su plan para traer a los dragones a nuestro mundo. Por ello, con el tiempo, una sería conocida como la Madre de Dragones y la otra como la Creadora de Alas. Pero aún falta para llegar allí un poco de nuestro peregrinaje. 

El hechicero les habló de la semilla de la duda, plantada en el bosque al norte de su segunda torre. Y de cómo, estudiándola, podría contribuir a cerrar el plano, junto con las muestras que ya tenía de la Malicia y el Miedo. También hablaron de alcohol y de dragones, pues si bien en nuestro mundo sólo había un dragón, el Santo Zarel, Mordenkainen venía de mundos donde los dragones eran diversos, con distintos colores y personalidades. Incluso Takhisis y Tiamat, brillante colgante que le regalaría a Zarel el de las Alas del Fenix, eran diosas dragón en otros mundos distantes. Incluso Talon mostró interés en los oscuros dragones de sombras, maestros de artes necrománticas de los que esperaba poder aprender nuevos secretos. Les prometió libros con conocimientos sobre esas criaturas pero necesitaba tiempo para encontrarlos en su biblioteca.

Tiempo tendría, pero acaso no tanto como uno imaginaría, pues viajar al norte en busca de la semilla de la Duda resultó breve. Quizás, si hubiesen seguido las indicaciones de Aurora, habrían tardado más o tal vez menos, siempre nos quedará esa cuestión sin resolver, pero fue la resolución de Zarel la que les guió hasta el claro. Así, entre extraños portentos, en un claro que no tenía seguro qué era, encontraron el fragmento de la Duda. Pero este buscó defenderse, invocando extrañas criaturas en su protección, entre las cuales se encontraban unas pequeñas gallinas abisales y otras monstruosidades. Todas fueron purgadas por la luz de Zarel, no antes de que Aurora pusiese una de las gallinas a buen recaudo y se la entregase a Talon. Y así es como Tessa se une a nuestra historia.

También un grupo de gigantes de barro y tierra, que controlaban el tiempo, aparecieron en defensa de la semilla de la Duda. Pero fueron rápidamente derrotados por los virotes de fuego de Shana, la magia de Milia, las espadas llameantes de Aurora, las bolas de fuego de Zarel y la lanza de Talon. Lo cual nos lleva a la llegada del poderoso demonio Zariel, último ser invocado en defensa de la semilla, reflejo infernal de la luz celestial del joven muchacho del Nuevo Cisne. El combate sería más sencillo de lo que el poderoso demonio esperaba, cegado por la luz radiante, herido de mil maneras por los poderosos ataques del gremio. Pero para cuando fue devuelto al plano infernal del que nunca debería haber salido, el demonio ya conocía de la existencia del joven muchacho y sus planes se pondrían en marcha, con tiempo y oscuridad. Pues desde el infierno mismo, la maldad planeaba su venganza.

Pero desterrado el último defensor de la semilla, esta fue encerrada en un plano independiente y a salvo y el claro fue restaurado a su antigua forma. Un menhir se erguía en el centro, contando un trozo de la historia de los elfos del Reino del Fénix, un fragmento de Certeza que la Duda había buscado destruir. Regresar con Mordenkainen y hablar con él fue sencillo, y el poderoso hechicero se encontraba mucho más afable y cercano ahora que trataba con héroes de este calado. Los libros con el conocimiento de los dragones, uno de los cuales, gruñía molesto por ser transportado de un lado a otro contra su voluntad. 

Tanto Shana como Aurora comenzarían a estudiarlos a partir de entonces, para recrear a esa especie en un mundo donde no existían. Y usarían la sangre de Shana, por eso los dragones tienen una predilección natural por tomar apariencias élficas cuando adoptan los aspectos humanoides. Menos el Primer Dragón que siempre tuvo predilección por el aspecto dracónido, y dicen que siempre se los pudo diferenciar por eso. 

Mientras tanto, Talon tenía su cita con Jenny "la Negra" a bordo de su navío El Terror. Si bien el muchacho no tenía experiencia cuando entró en ese camarote, si la tenía cuando salió habiendo probado las mieles del placer carnal por fin entendía a Aurora. Y podemos decir que se desató un poco el muchacho, como suele ocurrir con los de su edad cuando acaban un periodo de represión y encierro como era la vida monástica, y esa misma noche sedujo a Milia y ella también tuvo su primera vez. Algunos códices relatan que, desde esa noche, Shana dormía cerrando la puerta y tenía especial cuidado para no caer en el poder de la sonrisa de Talon a medida que el muchacho aprendía a usar su carisma. Y, con el tiempo, acaso llegase a ser un gran seductor después de esos comienzos patosos pero tiernos fruto de la inexperiencia.

Pero el amor no solo anidaba en Nueva Catan, pues Zarel quería hablar con Yorel que permanecía a salvo en Assur Na'filem. Hablaron, pasearon y conversaron sobre cómo estaba la capital de los elfos y la libertad que el joven monje nunca había experimentado. Y también le hicieron entrega de objetos por si acaso los Adelantados deseaban terminar lo que habían iniciado, se encontrasen con que estaba más protegido de lo esperado... además de asumir que desatarían la ira del Nuevo Cisne. Tessa permaneció en el Templo de la Oscuridad de la ciudad por petición de Talon y se dice que solo la sonrisa del joven podía apaciguar su naturaleza malvada.

Con lo cual, con el final de la luz de nuestra hoguera, se aproxima el final de nuestra historia de esta noche. Pero queda una cosa por contar, un nuevo comienzo. Del Brezal Blanco la Luz Reveladora se había quedado varios esquejes, pero también el Nuevo Cisne tenía uno. Y lo llevaron originalmente a plantar en el Árbol de la Vida de los elfos, pero al final cambiaron de idea, pues Aurora sugirió que era quizás más apropiado que el esqueje cogiese fuerza del árbol que era centro del asentamiento de los halfling, aquel donde había morado hasta el final de sus días la hermana de Flora, Fauna, y que de aquel modo se reuniesen. Y allí fueron, y cuentan los relatos que el esqueje cogió tal fuerza que antes de que ellas abandonasen el poblado de los medianos ya se veían los primeros brotes verdes y las primeras hojas, y que las hermanas reunidas ya no se volverían a separar. Pero seguro que solo son historias.

Regresaron a Nueva Catan parando primero en Asur Na'assib a recoger a la Princesa del Fuego para que, con ellos, regresase a la antigua ciudad. Dicen que Talon, recién descubierto el poder de su sonrisa, casi cambia el rumbo de las cosas, pero fue Zarel el que, volviendo a sacar a bailar a la joven elfa, mantuvo las cosas temporalmente en orden. Pues todo el mundo sabe que, Princesa o no, allá donde la Valashir Anadara estuviese, el cambio la acompañaba, como atestiguó la pequeña multitud de bailarines que se formó en torno a Zarel y ella. 

Del resto hablaremos mañana por la noche. De la busca de las palabras de la antigua lengua, del sacrificio para entender a la Muerte y la llegada de los dragones. De los planes del infierno para vengarse de la afrenta de la derrota y del nombre. De la batalla contra los gigantes y el viaje en pos del Testamento de la Certeza. Y más cosas. Pero será mañana, ahora es tarde de más y la hoguera ya no nos alumbra. Date la vuelta y duerme, necesitarás descansar para completar la jornada que tenemos por delante.

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