Paraiso Perdido: Nueva York, Nueva York
La Gran Manzana vibra con vida esa noche de martes, 14 de octubre del 2025. Año de Nuestro Señor y todo eso. Desde la gente que sale de sus espectáculos en Broadway a los barcos que están siendo descargados en el puerto por los estibadores del turno nocturno. La Dama Libertad en su isla da la bienvenida a los desposeídos de todo el mundo en la ciudad que no duerme. Camina arriba y abajo por la Quinta Avenida y verás maravillas en todo momento, no en vano dicen que estando de pie suficiente tiempo en Times Square el tiempo suficiente verás pasar el mundo por delante tuya. Los tiburones empresariales aun tienen las ventanas de las oficinas encendidas, haciendo horas extra para intentar conseguir llegar al éxito, mientras a los pies de esa misma torre se venden drogas de diseño para los que van a ir a los clubs en busca de compañía o contactos.
Entra conmigo en el Heaven's Lounge y verás de lo que te hablo. Las mesas ordenadas de los ricos clientes en una noche tranquila, bebidas, risas, rolex, diamantes y unas cuantas rallas para pasar el rato. Y en su oficina detrás, Rebecca discute con la gerente de otro de los locales, ajustando los problemas con uno de los proveedores sabiendo que Matt no querría que le molestasen por algo así. En la pantalla del televisor del despacho sale el Primero sobre L.A. y ella sabe que eso, de algún modo, va a cambiar todo para ella, para su jefe/amigo/amante y para todo el mundo en general. Pero no sabe hasta qué punto. Pero tiene fe, Matt pactó con ella que no le pasaría nada y no tiene miedo.
Si regresamos por las calles desde el centro hacia el norte, Lexington Avenue nos lleva con sus viandantes, los restaurantes y los locales, que van pasando del rico Downtown al mucho más pobre East Harlem. Vacíos de poder y un vampiro destruido, han abierto la posibilidad de una batalla por el control de la venta de heroína y otras drogas en las calles de la zona. Así que Rodrigo está bate en mano, sobre un miembro de los Gangsta 10 derrotado y sangrante. Es el precio de proteger a su gente y querer lo mejor para su familia. El cártel no está nada feliz con las interferencias de la pasma, o el partido de baloncesto, pero unas calles más en el territorio les facilitarán las cosas. Y cuando Fernandito, que le estaba mandando un selfie a Wendy, ve a un ángel en L.A., el líder de Red South sabe que su Virgencita propia, su hermana, se iba a ver arrastrada a nuevos problemas y movidas. No sabe cuales, pero los gringos chingones nunca se quedan quietos, ¿verdad?
Una de esas oficinas con las luces encendidas está al oeste de allí, callejeando en dirección a la Universidad de Columbia, donde un estudio de arquitectos aún está trabajando. Tras la masacre realizada por Adam allí unos días atrás, habían tenido muchos problemas manteniendo al equipo, con varios integrantes renunciando a sus trabajos para ir a buscar fortuna en otros sitios de la Ciudad de las Oportunidades. Absorta en sus planos, pues menos gente implica más horas y más trabajo, la arquitecta/ladrona/conspiradora está estresada. Ella no se entera del cambio, del regreso y la aparición, bastante tiene con diseñar la instalación eléctrica del edificio que tiene entre manos. Quizás con esto logre llegar a ser socia, que es lo que le importa.
Para llegar al lado opuesto de Manhattan hay que cruzar la verde extensión de Central Park, con sus cambiaformas y otros ocupantes misteriosos, y acercarse raudos a las inmediaciones del edificio de la ONU. Las oficinas de Adelstein, Fakenstein y Haimowitz Abogados tienen otra de sus ventanas encendidas, pues Jacob está con su sobrino preparando otro ritual. Lo que ha ido encontrando en sus lecturas le dicen que la Gran Manzana bien podría ser el lugar donde otrora estuvo el Árbol de la Sabiduría, de la Vida, del Bien y del Mal. Quizás tendría que solicitar ayuda a Dae-suo para hacer el conjuro, la última vez había salido mal. Y los demonios no eran necesariamente malos, como todo, eran producto de Jahve. Que su sobrino encontrase un video de otro de esos seres en el otro lado de América solo confirmaba que el tiempo apremiaba, pero sus huesos viejos ya lo sentían desde hacía tiempo. Es el don y la maldición de la edad y la experiencia.
Y si abandonamos la isla y cruzamos el Hudson hasta Jersey, entonces podremos encontrar los suburbios donde en su habitación a Rose, volviéndose loca porque Discord ha explotado. Su madre, Emma, le ha dejado la cena en la nevera, aburrida de llamarla y que no bajase por estar demasiado enfrascada en su juego. Pero es que sus amigos habían colgado un vídeo de Los Angeles en el servidor del Coro y todos habían reconocido a la figura que volaba sobre la ciudad. ¡Salía en el opening del juego y multitud de veces después! Los jugadores de todo el servidor se estaban juntando en la ciudad, comentando y bailando y festejando. Algunos ya querían organizar viajes para rendir al líder sus espadas para luchar contra la Hueste, mientras que otros trolleaban con que era un montaje de un fan. Pero ella sabía que era de verdad, lo sentía en sus huesos, y si eso era verdad... bueno, eso explicaría los pequeños milagros que habían tenido lugar en su casa, con Emma y Violet, así como el encuentro que sus amigos habían tenido unos días atrás con Aislynn. ¡Los elohim les querían, habían Caído por ellos, pero ahora podían ayudar de vuelta!
Regresemos por el túnel hacia Manhattan y tomando la 122 de vuelta a Harlem encontraremos un psiquiátrico. Harry, dentro del mismo, grita que llega el fin del mundo, se lo ha dicho Metatron, ¡el Anticristo camina las calles de la ciudad! Hay que reducirlo y darle unos sedantes fuertes para calmarlo. Ajeno a ello, en la plaza frente al mismo, Joe está terminando de preparar un Extra Spicy para January, que como todos los martes regresa a casa tarde, el trabajo está terrible y no sabe cuánto podrá aguantar ella allí. Pero un perrito picante, una conversación con el cocinero en el foodtruck y todos los problemas son un poco más llevaderos. La radio habla de un ángel visto en un terremoto y Joe no puede dejar de recordar y comentar la extraña historia que le había contado George en una de las mañanas. ¡Que gente más maravillosa y extraña hay por el mundo! Él no juzga, él solo pone los perritos para hacer sus vidas un poco mejores.
Y es que todo tipo de historias se entrecruzan en las calles de la ciudad. Museos, empresarios, restaurantes, limpiadores, clubes nocturnos, prostitutos... En los muelles, Falcone reune a sus made men para organizar un golpe contra las posesiones de los Corleone. En la redacción del Times, Kathy continua su investigación en las extrañas cosas que suceden alrededor de Matt y Violet. En el edificio del partido republicano, la futura alcaldesa Mary-Anne ya está planeando cómo ayudar a Trump con las deportaciones masivas de inmigrantes. En la sede de la Iglesia Satanista, Lilith se ve sorprendida al ver que su congregación resulta tener elementos religiosos reales después de todo, no solo ser una ONG de trolls. Lara Pensworth no ha olvidado la fuga de dos demonios de sus celdas y la humillación que eso supuso, y la respuesta que recibe en el mail a su petición de información es justo lo que necesita. La Detective Erikson está enfangada, la batalla de bandas en Harlem y otros conflictos en el barrio tienen la tasa de Homicidios saltando como un cohete de Space X, va a ser otra larga noche de café e informes. Graham también está haciendo horas extra, esperaban coger delitos financieros para pillar a la mafia y su blanqueo de dinero, pero la desaparición de Don Corleone ha puesto todo patas arriba.
Son solo pequeñas historias. Fragmentos, trocitos, de la humanidad, de sus almas, sueños y visiones. De los senderos que se entrecruzan en la Gran Manzana, entre el Hudson y el East Channel, desde las zonas antiguas de la bolsa en Wall Street a lo alto de las zonas y polígonos industriales del Bronx. Desde los pisos residenciales de Brooklyn donde la gente ve las noticias mientras cenan, a los suburbios de Jersey donde las familias comparten sus sueños de vallas blancas y perros. El Sueño Americano, el mito más importante, ese sí que tiene fe acumulada. Ah, ¡New York, New York! Si alguien puede triunfar aquí, es que pueden hacerlo en cualquier lado, y sino solo serán una más de las infinitas historias atrapadas a nivel de calle, incapaces de alcanzar las penthouse y lofts en los altos rascacielos. Pero esa lucha, ese sueño, ese conflicto... eso es lo que mueve el mundo.
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