Paraiso Perdido: Aquí, allí, hoy o no hoy

La música llenaba el aire con sus toques psicodélicos y clásicos de guitarra, mientras Hendrix desgranaba los acordes de su vigilancia. El ambiente estaba cargado con los inciensos diversos y contradictorios, el olor de la marihuana y otro tono dulzón difícil de describir. A destiempo, Barry agitaba los brazos en el aire, tirado por completo en su sofá, su camiseta quemada en varios puntos por las brasas del porro que descansaba descolocado sobre su estómago. Bueno, no era exactamente un porro ya que llevaba entremezcladas las hojas de la planta que George le había regalado en una línea temporal paralela en que las cosas habían sido muy locas. ¿O era esta? No estaba seguro, pero tampoco era importante.

-Tienes que dejarte fluir, ir con las cosas. Intentar atar todo, tía, es como ponerle vallas al mar. Improvisa. Siente. Esa es la magia tía, el molusco verde volador y el duende que ríe sobre la seta. ¡Es como un juego de vida y muerte!-

-Maestro Verbena, el Maestro Hermético se encuentra encerrado en su tienda trabajando en un complejo ritual que nadie ha visto, que requiere que nosotros dos seamos capaces de colaborar para encontrar al más peligroso de los Ifriit. Algo a lo que ya de base me opongo, pero ya que los Maestros en la ciudad habéis decidido tomar ese sendero, os sigo con el debido respeto de un aprendiz por aquellos que son más sabios en las sendas del misterio, aunque no compartamos Tradición. Pero llevamos horas discutiendo los pormenores del ritual y no puedo llegar a ningún punto en común sobre el que generar entendimiento...-

La mujer, sentada recta en el sofá orejero, bebía su té con tranquilidad mientras hablaba. Sus ojos permanecían fijos en los movimientos absurdos de las manos del otro mago, enmarcados por el colorido hijab que era la concesión que la identificaba como musulmana. El resto, los vaqueros, la camiseta con estampado abstracto, podría haber pertenecido a cualquier otra universitaria de su edad.

-Porque no entiendes, tienes tu mente cerrada tía. No hay rituales, aquí y allí. El tecnócrata Einstein dijo que el espacio se dobla y mierdas así, cuando no. No hay espacio. Como no hay cuchara, como en Matrix - Barry rió sin razón para ello, todo era divertido-. Todo es un mezcladillo caótico y sin orden. Por eso el ritual da igual. "Isaac o no Isaac, he ahí la cuestión". Podemos hacerlo al derecho, al revés, a favor o en contra. Es el flow. Encontrar a alguien es lo mismo que perderlo. Total todos vamos a morir, que se viene el Final del Mundo y todo eso, así que al menos disfrutar del viaje y darse un buen meneo. Deberías tomarte una pastilla de las de la mesa, de las rojas no de las verdes, o bueno, también de las verdes... es que no se, tía, solo vive un poco. ¿Sino de qué vale la magia?-

-Maestro Verbena- respondió Aisha, exasperada por el enésimo bucle-, ya hemos discutido eso. El espacio es uno, todo es el mismo sitio pues todo se encuentra en Allah. Aquí y el "lugar" donde se encuentre el Ifriit son el mismo emplazamiento. Pero ese entendimiento no lo tenéis los ajenos a los Ahl-i-batin, y divagar sobre espirales y drogas no nos aproxima a hacer el ritual funcionar. Si no necesitáis mi ayuda puedo regresar a mis estudios y os dejo a vosotros los tres Maestros lidiar con vuestros pactos con los espíritus del desierto.-

-Espíritus del desierto, pactos, tía si es que todo es una película. Un cuento tía, una movida en la cabeza de Kubrik sobre el existencialismo, como en 2001. ¿O era el Resplandor? No se tía, te preocupas y te rallas. Las cosas saldrán de un modo u otro, Isaac también se preocupa y se ralla demasiado. Debería dejar de gruñir y protestar que le están saliendo arrugas y demonios en la camisa. Eso no es kosher. Pensar pero no sentir, como si fuerais máquinas o algo, ¿los ladrones de cuerpos os han llevado? Tanto creer en Dios y luego no creéis en vosotros, lo que necesitas es expandir tu mente a las infinitas posibilidades, sin las limitaciones de la razón ni la cordura, rechaza a los tecnócratas tía. ¿Allah? Tan real como Mickey Mouse, que le conocí una vez en 1963 cuando estaba haciendo unas líneas de LSD con Jimmy Hendrix y Diógenes sobre el estómago de una diosa hindú semidesnuda. ¿Kali? Nah, ¿Vishnu? Uf, no recuerdo. Esos eran los buenos tiempos, en la buena línea temporal...-

La voz del mago se detuvo lentamente mientras su mirada trataba de fijarse en el techo. La polilla que estaba posada sobre la lámpara era una serpiente, un dragón de komodo esperando al acecho de poder comerse el universo entero. Ñam ñam. Un par de buenos mordiscos y puf, suprenova en la bombilla y adiós a la galaxia de Orion. El puto efecto mariposa y el caos.

-Tía, tía, ¿ves la polilla? ¿O el dragón de komodo? Cualquiera de los tres me vale...- preguntó, señalando a la parte alta, el miedo teñía su voz pero también la sorpresa y la nostalgia.

Con una ceja alzada, la Ahl-i-batin levantó la mirada tras dar otro trago a la taza de te para intentar mantener el control ante lo que era inevitablemente otra tangente inútil. Mantener centrado al Verbena era como intentar domesticar un huracán o poner barreras al desierto: una tarea a la altura del Profeta, pero no de un mortal. 

-En efecto, hay una polilla dando vueltas en la lámpara, ¿y qué?-

La risa del Verbena fue demencial, sin sentido, más allá de las drogas y la cordura. Una risa antigua y nueva, de deleite en el momento y profundo horror existencial. La risa de quien desayuna mojitos con Cthulhu.

-¡La ves, la ves! No jodas, es esta línea tía, ¡estamos jodidos y eso es genial! Ya he visto lo que pasa ahora, tía, y se va a liar de la buena. Va a llamarnos al portal en unos minutos la Jenny porque su amorcito la está montando en la Ciudad de los Sueños Rotos y ella va a sacrificar lo que sea para ir a verle. Si solo supiera... ¿o ya lo sabe? No se, quizás sea irrelevante- la revelación le golpeó con la fuerza de un subidón de ácido- ¡Tía, que el ritual de Isaac ya da igual, no importa el espacio sino el tiempo y este se nos acaba! ¡El fin del comienzo que es la serpiente Oroboros que se rompe! ¿O el comienzo del fin? La hostia, estoy demasiado colocado para esta línea temporal...-

-Maestro Verbena, por favor, no entiendo. ¿De qué estáis hablando?-

-Del final de los tiempos tía, de apocalipsis y demonios, de dragones escupiendo fuego nuclear sobre las ciudades, de la Hueste y sus lanzas de plata oxidada por bañarse en sangre de los primogénitos de Egipto, de muerte y del alzamiento de los muertos para bailar samba entre las ruinas, tía. ¡Lo he visto! Por eso justo has elegido hoy para venir tía, no por destino sino por Casualidad, por la mariposa que bate sus alas en Madagascar y se come al elefante. Bueno, he visto muchas variantes de todo la verdad, quizás estoy en la línea temporal equivocada y debería irme a otra de vacaciones, lejos de lo que vaya a venir. Volver con Jimmy a los viejos buenos tiempos del LSD y las no preocupaciones...-

La ceja de la otra hechicera se mantuvo alzada, no comprendiendo del todo las locuras que el otro mago iba diciendo. Hasta que sonó el timbre y ella se alzó para abrir porque el Verbena estaba discutiendo de tomar chupitos de tequila de las tetas de Tiamat con Lucifer y Cristo. Por lo menos no había mencionado ni a Allah ni al Profeta. Cuando levantó el telefonillo y escuchó la voz de una chica que se identificaba como Jennifer por el otro lado, el mundo empezó a venírsele encima. 

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