Tokyo 4ª Generación 6: ¡El Club de Detectives Secretos!

En la tierra del otro lado del arcoiris, los niños regresaron de sus breves vacaciones invernales con la familia y se encontraron en la zona de juegos para contar sus historias y eventos ocurridos. Solo faltaba la princesa, ausente porque el trono necesitaba su presencia lejos de la escuela. Todos estaban felices con el reencuentro y las aventuras y aprendizajes que tenían por delante, de nuevo juntos.

Estos empezarían al día siguiente, con las nuevas explicaciones de Nicerine sobre los cursos que iban a tomar en ese momento. Y cómo nuevos profesores expertos iban a unirse, junto a las nuevas pruebas que iban a enfrentar. Pues ese semestre competirían con la Clase B ¡y cualquier cosa podía pasar, todo el mundo quería hacerlo lo mejor posible! Cuando pidió dudas y cuestiones se propuso la creación del primer club de la escuela: ¡el club de literatura! Pero Nicerine tenía que hablarlo con la directora antes de poder aprobar nada, de modo que temporalmente quedó en el aire.

Tras ello comenzó la clase de literatura, con la cual algunos niños estaban muy interesados pero otros no tanto. ¡Algunos incluso osaron decir que el manga era literatura, los muy atrevidos! Y la discusión se volvió tan animada tras la clase que incluso Kachiko vino a protestarles porque estaban creando demasiado alboroto y la Clase B no había terminado su lección de literatura con su propio profesor.

La clase de ese día por la tarde era con el Bodhisvatta, que quería enseñarles a enfrentar la derrota. Algo que Ronin tenía muy claro que no necesitaba aprender, y otros rápidamente se unieron a él. Así que aquellos que no quisieron pasar esas pruebas recibieron la oportunidad de aprender otras habilidades y cuestiones en lugar de la derrota, ¡mucho más divertido sin duda! Al fin y al cabo la derrota no es algo de lo que haya que aprender, ni algo divertido, ni nada por el estilo. 

Con la llegada de la noche todos volvieron a reunirse para charlar, jugar al futbolín y al Super Mario Party en la zona común. Tan bien se lo estaban pasando todos que se les hizo tarde y la Directora tuvo que aparecer para reñirles y enviarles a la cama, a aquellos que no habían usado su magia para llegar a su cama con mayor rapidez. Fue cuando estaba comprobando que su propia hija estaba durmiendo que ¡un Kaito salvaje apareció! Y con mucha menos ropa de la esperada, cantando "trooompa" como en los dibujos animados. Aparentemente había confundido la bolsa de azúcar de su hermano con otra sustancia, y escandalizó a todo el mundo. ¡Fue la comidilla de todos, especialmente las chicas, durante varios días!

Las clases de matemáticas del día siguiente discurrieron rápidamente, igual que los ejercicios de la tarde. Pero lo importante llegó durante la reunión en el aula para discutir la creación del club de literatura, pues no se podían crear clubs en el instituto sino escuelas. Y mientras estaban hablando de ello, ¡hubo un aviso de bomba! El miedo cundió entre los niños, pero menos de lo que muchos temerían, y pronto estaban investigando la cuestión. Como Sherlock Holmes mismo, investigaron y pronto descubrieron que no había bomba. ¡Y así se fundó el Club de Detectives Secretos! Pero antes vieron algo que daba mucho miedo, pues para protegerles, Nicerine había creado muchísimo metal azul y se había convertido en un feo esqueleto azuloso. ¡Que asco! Pero al final todo estuvo bien.

Como al final no había peligro las cosas volvieron a la normalidad, pero los detectives querían saber más y fueron a hablar con Hattori y Kara y mucha gente. Y así descubrieron una gran conspiración de todas las sectas y religiones, que habían matado a Patriot y ahora amenazaban la escuela. ¡Que miedo! Pero también se les ocurrió hablar con Kaneda y conseguir que ella les dijese a sus seguidores que no era todo lo que parecía y que ese odio estaba muy mal. Consultaron con muchas personas para encontrar la mejor forma de hacerlo, pero como siempre, al final lo mejor siempre era ir de cara y ser honestos pues Kaneda tenía un corazoncito de oro bajo su aspecto de tipa dura. Lo puso en un video para las redes sociales, ¡y qué bien habló! Parecía otra persona con su cambio de ropa y de gestos y la confianza de sus palabras. ¡Y seguro que eso bastaría para acabar con el odio gracias al poder de pedir las cosas por favor!

Todos durmieron esa noche, salvo algunos que se quedaron escribiendo hasta tarde y necesitaron un ¡fuerte desayuno de energía para poder con el mundo! Y las clases de la mañana pasaron y con las de la tarde llegó el turno de Hattori de explicarles a todos la que sería la prueba de final del cuatrimestre. Todos, en parejas, deberían asaltar un castillo (¡sin destruirlo, Kaneda!) y conseguir robar una esfera amarilla... pero el castillo estaría defendido por toda la Clase B en cada intento, y cada uno de los estudiantes tenía una pulsera que también tenían que obtener. ¡Qué difícil! Pero al mismo tiempo, ¡qué prueba más chuli estando tan abierta a distintas formas de hacerla! Se empezaron a hablar de estrategias y planes, de posibles parejas y combinaciones, pero aún faltaban meses y había mucho que aprender antes, ¡la impaciencia es mala consejera!

Y esa tarde, con la llegada de las nevadas, la madre de Ronin vino de visita. La dama del hielo, sacada directamente de Frozen, consiguió callar con su presencia incluso a Kaito. ¡Increíble! Pero es que era una leyenda viviente, preocupada por su hijo pero también conocía a su manera a Togashi, ¡qué mágico! Asami le contó lo ocurrido con su hermana y el terrible yokai que la había matado: el Shuten-doji. Todos los niños, cuando se enteraron con el tiempo, tuvieron miedo porque era un monstruo terrible sacado de las peores pesadillas, pero al final, hasta los peores sueños se desvanecen con la mañana y el cariño de los amigos. ¡Qué bien!

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