Acero para Humanos II 1: La Casa del Fuego Naciente


 Existe una casa en Novigrad
la del Fuego Naciente.
Ha causado la ruina de muchas almas
a varias de las cuales llamé amigas.

Siéntense, señoras y señores, y escuchen la historia de esta noche. Historia de horror y sangre, de vida y muerte, de combate e intriga. Ocurrió en el oscuro y desdichado año de 1264, por todos recordado con horror y tristeza. Año de arco y hacha, de guerra y destrucción. Año donde, como siempre, el Norte demostró ser una cruel amante, que paga con espinos y espadas cualquier afecto y preocupación. 

Nuestra historia comienza en una taberna pequeña y despreciable de Novigrado, nada que ver con una de la calidad que ahora acompañamos. A la que llegaron tres peculiares personajes, cada uno por sus propios motivos. Un brujo de la escuela del Oso, hosco y fuerte, buscando cobrar un trabajo por unas desapariciones. Un doctor enano, convertido en caballero por el Rey de Redania, que debía esclarecer unos asesinatos que parecían incluir intereses políticos. Y un hechicero recientemente graduado de Ban Ard, enviado por el Concilio para investigar a la creciente iglesia del Fuego Eterno. 

Solo el brujo y el enano se conocían, pero ser reconocidos como compañeros en un establecimiento de esa calidad traería problemas. Así que hablaron con discreción, ambos interesados aparentemente en las desapariciones ocurridas durante las nueve últimas noches en la ciudad. Pues Novigrado es una amante tan cruel y despótica como el Norte del cual es la joya de la corona, y diversas personas parecían haber desaparecido en mitad de la noche. Y escuchando a los lugareños, tras organizar una pequeña trifulca usando al bardo Jaskier para crear disensión, el hechicero descubrió que al menos dos de los desaparecidos, un estibador y un costurero, eran seguidores del Fuego Eterno. Así que juntos, aparentemente compartiendo objetivos aunque guardando cada uno sus propios secretos, se dispusieron a aprovechar la noche para investigar. 

Soy un bardo, si de algo se es de amor. Y creanme vuesas mercedes que no existe afecto más amargo que el del Norte, pues este es una cruel amante. Asediada por pretendientes ambiciosos e insinceros, ella devuelve cada cariño con veneno y acero, con el clavo de sus espinos. Y aquellos que deseamos lo mejor para ella nos encontramos con que para devolvernos una ínfima parte de sus atenciones el precio es exorbitado. Como cuenta la historia del noble enamorado de la sirena:

Pues si vuestro objetivo es el paraíso,
una vida con el amor verdadero,
evaluad vuestras prioridades en esta vida
y haced un pequeño sacrificio.

Nuestros protagonistas se encontraban saliendo de la taberna camino del puerto. La tranquila quietud de la noche cayendo sobre una ciudad sobre la cual se proyectaba una sombra mucho más terrible. Pues en aquel amargo año de 1264 amenazas graves circulaban por esas callejas. Jaskier el bardo les guió al Marinero Borracho, la última localización donde una de las personas desaparecidas había sido vista. ¿No os había contado que el hechicero Kazmar había decidido llevar al bardo con ellos como guía y fuente de información? Seguro que sí que os lo había narrado, me estáis tomando el pelo.

Como iba diciendo, juntos llegaron a la taberna, mucho más concurrida por mercaderes y navegantes, estibadores y capitanes. Pero Jaskier había tenido un altercado con unos elfos en su interior unas pocas noches antes, así que Kazmar tuvo que entrar a allanar el terreno y prevenir accidentes. Mientras tanto, el brujo Conor y el doctor Risko exploraban los alrededores en busca de los lugares desde donde podía haber ocurrido una emboscada. Era poco probable que esta hubiese tenido lugar en el exterior o cercanías de la taberna sin que nadie lo notase, así que concluyeron que debió ocurrir de camino de regreso a su hogar.

Lidiar con los elfos fue complicado para Kazmar, que vio como su magia se descontrolaba brevemente y el Kaos llamaba a la superstición y miedo de los presentes. Pero, acostumbrado a las redes sociales y a tejer sus hilos, el de Ban Ard pronto solventó el problema y sonsacó a elfos y otros lugareños acerca del desaparecido. Un racista bien hideputa, no nos llevemos a engaño, pues era miembro del Fuego Eterno como ya sabían. Pero estaba endeudado con su superior porque se estaba aficionando a los dados, compartiendo partidas con malas compañías. Casi hubo un altercado cuando unos navegantes supersticiosos pretendían atacar al hechicero por temor a que su hechicería trajese demonios a la taberna, pero entre Conor y Risko los tranquilizaron y previnieron que la situación fuese a peor. 

Conor abandonó la taberna el primero mientras el hechicero seguía indagando. Y fuera se encontró con la poco agradable visita de otro brujo, miembro de la Escuela del Gato, reclamando que él había visto la recompensa primero. Pero de momento las tensiones no fueron a mayores de un poco de postureo entre ambos, y una vez todos juntos, pudieron rastrear la ruta de regreso del estibador desaparecido hacia su hogar. De camino, en uno de los callejones, un hombre apuñalaba a otro para robarle sus monedas, hasta que Risko intervino y, derrotando fácilmente al atacante con una certera patada, pudo atender al herido antes de que se desangrase en las calles. Pues las sombras de Novigrado son oscuras y en ellas anida toda suerte de peligro, aunque en esa noche fuese el ladrón el que acabase pasando a peor vida y no su pretendida víctima, devuelta junto a su familia.

Investigar el exterior de la casa del desaparecido y la ruta hasta allí mostró numerosos lugares para emboscadas. Pero tras tantos días de lo ocurrido, rastros ya no quedaban, y no parecía haber señales de combates y altercados. Al menos, por el tamaño de las callejas y la fragilidad de los tejados de un barrio pobre como el que habitaban los estibadores pudo descartarse que se tratase de una criatura voladora la causante de las desapariciones. Y si bien inicialmente pretendían dormir en la taberna donde se habían encontrado, allí descubrieron que Jaskier se había autoinvitado a una casa y con él marcharon a un barrio más decente donde en el hogar de una familia pasaron noche. Sin duda un acto de lo más indigno para gente pudiente como ellos, especialmente el hechicero Kazmar, pero ese es el efecto que tiene dejar entrar a ese peculiar bardo en la vida de uno, que acaba siempre siendo envuelto en toda clase de infortunios y pequeñas fechorías.

Por la mañana, tras ser echados de la casa por la señora de la misma, fueron al cuartel de la guardia pues Risko tenía acceso al depósito de cadáveres para las cuestiones que a la ciudad le traían. La investigación en torno a las desapariciones la encabezaba Sir Walter, un leal caballero redaniano apegado a las normas claras y a las instrucciones recibidas de sus señores. De modo que se negó a hablar con nadie que no fuera el doctor, y solo cuando estuvieron a solas le confió lo poco que sabía. Pues dudaba de los informes médicos del galeno consultado, conocido favorecedor de la independencia de Novigrado respecto a Tretogor. Y es que la cuestión de los cuatro asesinatos, que formaban potencialmente parte de la ola de desapariciones, era una cuestión profundamente política. La dama Isolde Weiss era la representante de la corona de Redania enviada por el propio Rey Vizimir para lidiar con los intentos levantiscos de los prelados de la ciudad; mientras tanto, los otros cadáveres correspondían a tres de los honorables y ricos miembros del consejo de la ciudad, con los que la dama se encontraba en negociaciones. Una situación complicada que debía mantenerse acallada para no aparentar debilidad ante Temeria o el creciente poder de Nilfgaard.

Con esa información, Risko pudo hacer una segunda autopsia de los cadáveres, encontrando cuestiones complicadas. La Dama Weiss había muerto con extraña mucosa en su interior, sin haber intentado defenderse en modo alguno. Los tres ricos gremiales habían muerto desangrados, con débiles señales de haber procurado protegerse. A ninguno los habían robado y por las mucosas y la falta de sangre, estaba claro que el conocimiento de Conor sería importante. Fue cuando consultó con ellos, que le esperaban fuera, que Kazmar sugirió que, con las adecuadas condiciones, él podía traer el espectro de los difuntos para poder interrogarlo sobre lo ocurrido. Aquí he de ser sincero y decir que Risko y Kazmar inicialmente intentaron hacer las cosas correctamente y conseguir de Sir Walter el acceso del brujo y del hechicero a la sala de los cadáveres. Pero este, temiendo la seguridad del Reino y desconfiando de los manipuladores y egoístas hechiceros, se negó a permitirlo. 

Dicho esto, también es cierto decir que en el cuartel de la guardia la seguridad era baja, nadie esperaba robos o problemas en el mismo. De modo que nadie les interrumpió cuando, sin permiso, todos descendieron al depósito para investigar. La extraña mucosa que había en el interior de la dama Weiss podría ser debida a un espectro, bien uno independiente atado a la vida por venganza o bien uno sirviendo a un necromante, o acaso otros modos en que hubiera podido entrar en su cuerpo bien con un pinchazo o inhalado con algunos extraños vapores. Y analizando los otros cadáveres llegaron a la conclusión de que el desangramiento era obra de un vampiro, pero uno con capacidad de raciocinio, acaso un alto vampiro o algo quizás menos poderoso, operando por sus propios motivos.

Y así, mientras abandonaban el cuartel, la primera de las sombras que se ceñía sobre la gran ciudad de Novigrado empezó a mostrar su borrosa silueta. Pues el Norte es una cruel amante, pero no por ello menos cortejada, por toda clase de intereses. Y entre las conspiraciones políticas entre el Rey y la ciudad, ante la presión de los ejércitos temerios que podían amenazar con recuperar su orilla del río Pontar y bajo la creciente presencia del Fuego Eterno, la ciudad no carecía de pretendientes a su cariño.

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