La Edad Oscura 12: el Hombre que Vendió el Mundo

La historia del hombre que vendió el mundo es la historia de un huérfano hecho a si mismo. Un niño que idealizó a unos padres que nunca conoció, lo que le llevó a ser más que el abogado que su padre adoptivo esperaba, más que el banquero que los demás veían. Y ese hombre, yendo a cobrar una deuda irrelevante a una Casa que a nadie importaba, de pronto acabó teniendo en su mano el Cetro que valía un imperio.
 
Y entonces, para deshacerse del Cetro, organizó una subasta. Una cuya crueldad y grado de retorcimiento haría enrojecer de envidia a alguno de mis hermanos. Donde puja tras puja, juego tras juego, los individuos más poderosos de las Casas, de la Iglesia y de los Gremios se vieron enfrentados y divididos entre sí, pujando todo lo que podían pujar y acaso incluso más, por hacerse con el juguete.
 
Todo para que, al final, se lo llevase la Emperatriz, una bárbara Vuldrok de fuera del Imperio, una pagana que solo lo quiere para dar poder a su facción y estabilizar el Imperio. Como reza el antiguo dicho, "cuanto más cambian las cosas, más permanecen igual". A cambio de roces y choques e incluso la enemistad más declarada de la Dama Winters, la poderosa Guildmeister de los Reeves, que expulsa a nuestro pequeño hombre hecho a sí mismo del Gremio... lo cual no le importa, pues otro Gremio nuevo surge. Cuanto más cambian las cosas...
 
Pero la muerte del Príncipe Li Halan, asesinado por sus propios seguidores, los planes de matrimonio del Barón Castillo que pueden desestabilizar el planeta de Sutek, la llegada de un nuevo monasterio y los acuerdos cuestionables entre los Hazat y el Emperador... todo ello, sin duda, tiene una importancia capital en el futuro que lentamente se vislumbra. Pues la historia nunca se detiene y los eventos, por confusos que puedan ser, siempre tienen una nueva vuelta de tuerca, un nuevo problema, un nuevo conflicto. 
 
Y el resto, como siempre digo, es de poco interés, una mera cuestión de opinión pública e imagen de marca...

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