Al principio... (antología 1)

 Extracto del Deicrat duvas Sertta'ku (Códice de los Secretos)

Nadie cree que sea posible, ¡pero yo lo he conseguido! Usando las vías de mi conocimiento y antiguas artes y magias, he visto el pasado y he visto el futuro. He visto lo que fue y lo que será, y he recorrido los caminos que los unen por sendas peligrosas e imposibles. Me llaman loco, demente, obseso, brujo... ¡que me llamen lo que quieran, no me importa! Yo lo he visto, se que es real, y que es distinto a cómo todo el mundo cree que fue.

Porque, al principio, todo surgió de la tranquilidad y del vacío. Solo el tiempo y el espacio existían entonces, carentes de voluntad ni sentido, simplemente siendo. Y de pronto, surgió el Mar Infinito, el Reino de Caos, las Profundidades Inabarcables y las Corrientes Irreverentes. Y frente a él la extensión plana e infinita del Orden Perpetuo, la Organización Perfecta, la Simetría Reglada. Y así fue durante toda una edad, o quizás un minuto, porque de aquellas ni Kaos ni Orden estaban atados ni al tiempo ni al espacio. 

Pero entonces el Kraosh se dividió y de sus aguas surgieron los Caminos, que surcaron la tierra formando ríos que conectaban distintos sitios. Las Sendas que Nos Unen, las Vías de Tránsito, las Rutas de Vida. Mi maestra, mi amo, mi guía. Pero cuando se adentraron en la tierra del Orden, este reaccionó creando los Asentamientos, los Lugares de Permanencia, las Estabilidades Constantes, los Hogares Inhabitados. Y los Asentamientos se alzaron, alejándose de los ríos, como montañas cuyas alturas resultaban inabarcables con la vista.

Y del punto de unión de tierra y agua surgió el barro, y de él nació Cambio. El Siempre Mutable, el Equilibrio Inestable, el Imprevisible. Y Cambio miró a su alrededor y observó que había movimiento y cambios, y quiso que eso siempre fuese así, que nada pudiese continuar para siempre sin cambiar, sin variar. Pero su llegada creó también a Entropía, la Que Trae el Final, el Abismo, el Punto y Final. Y ella dijo que todo tenía que tener un final, y con eso se ganó el odio de Cambio, que quería que nada alcanzase un punto jamás donde no pudiese continuar modificándose. 

Pero, mientras tanto, los Caminos se mezclaron con la tierra y empezaron a hacer sendas que trepaban por las montañas de los Asentamientos. Y con su acción y la de Entropía surgió el desgaste de las montañas, la erosión. Con ella, surgieron los primeros Ciclos, el cambio de las Edades, pero Entropía quiso que tuviesen un final, de modo que hizo que fuesen incrementales, cada vez más fuertes y poderosos, hasta que al final las mismas Edades alcanzasen un punto de no retorno. Y Cambio, opuesto a esta idea, decidió que serían ciclos imprevisibles, diferentes entre si, que nunca se repitiesen tal y como habían sido los anteriores ni los siguientes. A disgusto con el sistema de ciclos, Caminos decidió crear caminos que permitiesen conectar y transitar entre ciclos, de manera que pudiese haber calor en el frío, lluvia en la sequía, y otro fenómenos.

Pero con todos estos ciclos y conflictos, Caminos quería que las cosas pudiesen encontrar su sitio, de modo que diseñó un complejo y cambiante sistema de mapas. Siempre sabio, creó un modo de guiarse cuando surgían nuevos Asentamientos o Caminos, cuando cambiaban los que habían o llegaban a su final. Y sus mapas codificaron para siempre la capacidad de navegar y guiarse en los entornos siempre cambiantes de nuestro universo, de encontrar una senda para llegar a los sitios, físicos o emocionales, permitidos o vetados. Pero eso sería mucho más tarde.

Y entonces Ciaos alzó sus mares hasta el infinito, rodeando el mundo con sus aguas caóticas. Pero Cambio se oponía a que nadie ganase demasiado poder que desequilibrase todo, y con el auxilio de Caminos, decidieron oponerse al ascenso de Kaors. Así que Cambio transformó las aguas en columnas de vapor y surgieron las nubes, y Caminos cogió la idea de vapor y creó el aire y los cielos. Y Craors regresó a la tranquilidad anterior y el equilibrio se restableció.


Tratado de lo Primero, lo Último y la Luz

Os enseñaré lo que fue revelado, lo que fue mostrado. Pues como os lo cuento es como ocurrió. Así lo dijo el Suspiro Divino.

Ocurrió en el Ciclo de los Mapas, en el Tiempo de las Sendas, en la Segunda Edad. Ese fue el tiempo que vio la primera animación, el primer fracaso, el primer éxito. El arte de dar aspecto de vida a cosas que no la tienen, pues la Vida no llegaría hasta mucho más tarde. La alquimia requerida para crear vida es compleja y los primeros Entes desconocían aún sus secretos. Pero fue durante la Edad de los Mapas que Cambio iniciaría el primer intento de dar vida a lo inanimado. Condensó su voluntad y creó un ser único y especial: las hormigas. 

Los estudios de alquimia en torno a lo que fueron las hormigas muestran que, aún siendo creadas desde el Cambio, guardaban en su interior la potencialidad de los Seis que Fueron Cinco. Así, las hormigas tenían una sociedad ordenada, y construían sus asentamientos bajo tierra; sin embargo, estas moradas estaban compuestas de numerosos caminos, a menudo creados en direcciones completamente inesperadas y sin sentido. Y las hormigas cambiaban, pues su esencia era precisamente el cambio, pero podían morir.

Hete aquí que, con el primer asentamiento de hormigas, los Seis que Fueron Cinco se presentaron a observarlas. Pues eran algo nuevo, algo único, algo diferente. Y Caos tomó la forma de un tifón, mientras Orden tomaba el aspecto de un enorme y perfecto menhir; Caminos tomó el aspecto de una hormiga formada de tierra pero conectada en su interior por el agua y Asentamientos el de una cueva donde las hormigas pudiesen vivir. Como eran sus creaciones, Caminos tomó el aspecto de una infinidad de hormigas, de todas las formas posibles y colores imaginables. Y, con su llegada, Entropía causó la primera muerte, la de la primera hormiga, y el aspecto de ese cadáver fue el que Entropía tomó para si misma.

Y, por primera vez, en torno a las hormigas, los Seis que Fueron Cinco se reunieron y se comunicaron. Y vieron que había surgido algo nuevo, algo bueno, algo animado. Algo con su propia consciencia y voluntad, ajena a la de ellos, pero que tenía un poco de todos ellos. Y Caos hizo que se reprodujesen, cada vez más y sin control, y Caminos les permitió crecer y expandirse por las sendas que podían construir bajo tierra, y Cambio les dio la primera versión de la evolución, mientras Asentamientos les enseñaba a construir nuevos hormigueros cuando se expandían demasiado.

Durante numerosos ciclos, las cosas continuaron así, hasta la llegada del Ciclo de los Volcanes, cuando Entropía decidió que todo debía tener un final y, el tiempo de las hormigas había llegado a su fin. Así, todas ellas murieron a la vez, y sus existencias llegaron al final inevitable con la primera Extinción. Porque todo debe llegar a su final, nada es eterno, ese es el mandato de la Entropía.

Así fue revelado, así fue mostrado. Así ocurrió. Palabra del Suspiro Divino.

Comentarios

  1. Esta historia es el comienzo de la antalogía, creada en colaboración con Miguel Colodro y Roberto Cerri, como una partida de rol el 21 de mayo de 2021.

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