La tiranía de Orden (Antología 4)

Señales y Portentos

Diversos eventos complejos se suceden en las antiguas mitologías, así que procederé aquí a analizar un poco algunos de ellos, tal y como aparecen recogidos en los restos que nos han llegado. He intentado ordenarlos cronológicamente según ocurrieron, pero como todo ocurrió antes de que surgiese la vida inteligente, resulta (en el mejor de los casos) complejo. Procedo pues, texto por texto y fragmento por fragmento, en línea con la tradición académica y la metodología de Visarra.

Apócrifa de Valladia: en torno al mundo del Caos, orbitando la tierra, surge un anillo de agua. Como siempre ocurre con el Caos, si tomamos la Apócrifa como válida, es difícil interpretar las razones que pueden llevar a que se produjese este cambio. Pero es innegable que se produjo, de modo que solo podemos achacarlo a lo Inconmensurable e Incomprensible y seguir adelante.

Tablillas del Hecatternon: según ellas, Orden toma el nombre de Peyum, siguiendo el ejemplo de Vía. Esto es fácil de entender, habida cuenta que hay un precedente y que el propio Orden había sido el creador de los idiomas y el habla al bautizar la Creación y dar la civilización a los Volcanes Vivientes y a los enanos/golems. Debido a los eventos que sucederían poco después, su nombre aparece a menudo en numerosos idiomas de diferentes modos, normalmente asociado a la tiranía, como en el ejemplo del Antiguo Kaaresh, tal como aparece en las tablillas que nos han llegado, donde encontramos el concepto de Peyumkratia

Las Visiones del Loco Profeta Maar'dikki: las Visiones siempre son ambiguas y difíciles de interpretar. Aparentemente, en los tiempos iniciales, a diferencia de lo que hoy podemos constatar, las plantas no tenían la capacidad de moverse. Tampoco podían formar sus Asentamientos ni poseían las complejas fases que los botánicos tratan hoy en día de comprender, con sus diversas piezas móviles y tránsitos. Y se supone que, como con la mitológica hormiga inicial, las plantas evolucionarán pero siempre según ciertas Vías. Si esto es así, la botánica actual ha sido incapaz de entender o explicar todos estos fenómenos, y se trataría una vez más de conocimientos y sabidurías antiguos que en nuestros tiempos se han perdido. Pero (como señalaba antes) las Visiones siempre son complicadas de interpretar, así que es comprensible el escepticismo de la comunidad académica ante la idea, claramente errónea, de unas plantas enraizadas en su sitio y estáticas.

La Segunda Vida, pergaminos encontrados en las montañas de Ab: la Vida tomó forma animal (según estos pergaminos) después de que las plantas dominasen el mundo. Primero surgieron las nuevas hormigas, verdaderamente vivas pero (como sabemos) una de las especies más lóngevas que hay. Y después surgieron las vidas menores, que es el modo en que los pergaminos describen a los insectos. Resulta un poco raro entender que las hormigas precediesen a insectos más simples, pero la antigua mitología parece tener una extraña fijación con las hormigas. 

Hay pruebas diversas de que, antes de las plantas, hubiese surgido la Vida bacteriana. Si aceptásemos las antiguas mitologías, estas serían el primer intento de Asentamientos de usar su nueva Esfera de Vida Mortal. Lamentablemente, las antiguas mitologías no hablan de este evento en específico o, si lo hacían, no han llegado textos hasta nuestros tiempos. Y, por los estudios geológicos, sabemos que el surgimiento de la vida bacteriana nada tuvo que ver con antiguos dioses, sino con el cambio de las condiciones ecológicas en el planeta fruto del final del ciclo de alta actividad geotérmica que ocurrió en el lejano pasado (a menudo llamado el Ciclo de los Volcanes), que propició un cambio atmosférico apropiado para el surgimiento de la vida bacteriana.


Cántico de la Guerra

¡Gran Peyum que impones, Gran Peyum que atemorizas!
Loado sea tu nombre que infunde tempor en los enemigos
Alabada sea tu fuerza que todo consigue
¡Guíanos para que mañana en la batalla no sintamos temor!

Transpórtanos a la justa furia que desataste contra Vía
cuando invadiste sus sendas para apropiarte de las Esferas.
Dótanos de tu desmesurada destrucción que arrasó los caminos
y te dejó aislado más allá de la Creación.

Despliega en nostros la conquista como la desplegaste contra Caos
que el propio Cambio y la Entropía debieron ayudarle
enseñando a los enanos a hacer Trampas para poder resistir.
Pues tu conquista es imparable, tu furia desmesurada.

¡Gran Peyum que impones! No permitas que el Amor nos detenga
como Vía te paró a ti al hacerte amarla a ella y a Caos.
No permitas que la desconexión, tuya y de Caos, impida marchar a los ejércitos
pues con ellos avanza la guerra y tuya es su furia.

¡Gran Peyum que impones, Gran Peyum que atemorizas!
Loado sea tu nombre que infunde tempor en los enemigos
Alabada sea tu fuerza que todo consigue
¡Guíanos para que mañana en la batalla no sintamos temor!

 

El equilibrio del Ciclo de los Insectos 

Así fue y así es contado, que tras las guerras y el surgimiento de la vida, un nuevo equilibrio fue forjado entre los Primigenios. Un equilibrio atemperado por ciclos de conflicto, ciclos de lucha y ciclos de creación. Siempre, y cada vez, más fuertes, como quedó atado en los albores de los tiempos.

Caos y Peyum permanecen expulsados de la Creación, cada uno lejano a la misma. Las antiguas sendas que les conectaban a la misma han desaparecido, la de Peyum destruida por su propia guerra, la del Caos redirigida desde la Creación al centro de la misma. Sus mundos aún giran alrededor de la Creación sin embargo, una luna perfectamente ordenada e inmutable, un sol de caos y cambio rodeado por un anillo de agua.

Peyum, Orden y Vía permanecen atados por vías de amor entre los tres, aunque estén desconectados entre si. Pues Vía pertenece a la Creación y los otros no. Vía aún labora en conectar todo, y permitir que por distintos cauces la vida siga su evolución y camine hacia su futuro.

Asentamientos permanece al margen de los conflictos en el exterior, centrado en la creación de vida y los hogares que ella requiere. Desde cosas sencillas como los insectos, a cosas más complejas como las hormigas, Asentamientos lentamente va dando vida a un mundo que prácticamente está preparado para recibirla. Pero aún quedan restos de la Animación habitando en el centro del mundo del caos, donde el último de los Volcanes Vivientes y la tribu de enanos que adoran al Gran Fuego todavía moran.

Finalmente, el Dual Cambio/Entropía sigue inmiscuyéndose en todas partes. Desde apoyar a Caos contra Peyum en su mundo ardiente, a gestionar la muerte de todas las cosas, el de los Mil Nombres continúa tan cambiante como es, tan final como es, tan incomprensible como es.

Así, la Creación alcanzó el equilibrio, al final de la Edad de los Insectos, después de las Guerras de Peyum. Un equilibrio extraño, inestable y frágil que, sin embargo, permitía el lento crecimiento de la vida en el mundo y, con él, el tránsito a nuevos Ciclos.

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