La magia

Cinco ramas de hierbas selectas, cada una simbolizando un elemento diferente, para cada una de las esquinas del pentagrama. Un círculo de plata rodeado de uno de sal para rodear tanto las plantas como la estrella. La daga ritual lista en nuestro cinturón de hierro y oro. Las antiguas palabras en arameo hace mucho aprendidas de memoria se preparan bajo la lengua. El caliz se encuentra lleno con las cenizas adecuadas. Todo está listo. Ha sido complicado obtener algún ingrediente, pero ha valido la pena.


La magia es una ecuación, compleja e inescrutable pero despejable al final. Un proceso mecánico con resultados predecibles, una alquimia de la más alta clase que extrae su poder de nuestra sangre ya que nuestra voluntad ya no puede alimentarla. Pasos, un proceso, una cadena para romper las demás, una unión. 

Como todos, suponemos. Existimos para servir a los poderosos, haciendo esto y aquello, un eslabón más en la cadena de acero más poderosa que hay. Obedece, baja la cabeza, ambiciona el puesto del que te precede pero no intentes obtenerlo.

Porque esa es la clave: la magia de verdad no funciona sin ambición en el corazón. Sin ella puedes hacer trucos menores, algunos encatamientos sencillos... pero nunca magia, la verdadera; la que se merece de veras el nombre de taumaturgia se alimenta de sangre, si, pero esta debe querer el poder que esconden los antiguos encantamientos, debe ambicionar el poder en si mismo. Quien diga lo contrario o miente, o es un idiota, o nos quiere utilizar.

Así que repetimos una y otra vez los pasos de los maestros, colocamos el caliz en su sitio y damos vueltas al círculo en el sentido de las agujas del reloj. Los cánticos en arameo los hemos pronunciado tantas veces que ni necesitamos pensar en ellos, solo concentrarnos en los conceptos, en el poder que lentamente va fluyendo, en la débil neblina roja que empieza a llenar la estrella del centro de la sala.

Obedece, sirve, repite y repite los encantamientos. Pero también aprende, aún cuando no quieran que lo hagas y te pongan obstáculos, estudia y aprende. Escucha lo que no quieren que oigas y díselo a la persona adecuada en el momento correcto. Domina nuevos conjutos, nuevos rituales, más poderosos que los anteriores... las herramientas del oficio más antiguo del mundo.

Vertemos las cenizas en los puntos cardinales, invocando dioses largo tiempo olvidados por la mayoría y signos cabalísticos que la mayoría nunca conoció. La forma se condensa, sólida, prohibida, poderosa. 

Aprende, incluso aquello que no quieren que sepas. Todo conocimiento es poder al fin y al cabo. Obedece, ambiciona, aprende... repite una y otra vez la secuencia. Así hasta que tu poder te permita tomar el puesto de tu maestro. Entonces ambiciona el siguiente eslabón, obedece, aprende. Una y otra vez. Sin espacio para la duda ni la rebelión si no es extremadamente cuidadosa, taimada, invisible. Entonces golpea con fuerza, con todo el poder que has logrado dominar a escondidas de quienes te quieren mantener eternamente sometido. 

Aprende, siempre aprende, y ambiciona con toda tu voluntad. Escala posiciones con cuidado, pero nunca, nunca, tengas miedo. Ese es el único pecado, la única debilidad que jamás te puedes permitir. Ni miedo, ni estupidez. Ambas acabarán contigo.

La daga perfora nuestra piel y la sangre cubre las hierbas de los límites de la estrella en el mismo momento en que dos ojos poderosos se hacen claramente visibles en el centro de ella. El cántico sube de tono, aunque ni lo notamos de lo automático que hemos llegado a aprenderlo. Aprende, domina, conquista. Paso a paso, hasta la cima de la pirámide.

Arumiel de las Mil Caras se remueve inquieto, encerrado en la prisión que es el pentagrama. Aprende, domina, controla, incluso aquello que no quieren que controles. No hay nada demasiado arriesgado o prohibido para limitarte, ningún conocimiento demasiado alejado o inadecuado... Porque toda magia verdadera nace de la ambición y solo muere por el miedo o la ignorancia.

Comentarios

  1. Este relato lo escribí en el tren de vuelta de Vigo a Madrid, el 2 de Enero de 2017.

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