Manteniendo el Plan en Funcionamiento

-Ya era hora- gruñó, molesta, Helena, entrecerrando los ojos mientras analizaba al recién llegado en la escasa luz del lugar de reuniones secreto. 
-Lamento el retraso- dijo Aquiles, tomando su lugar habitual con un sonido metálico - ya sabéis que a mi me vigilan más que a vosotros y me tienen encerrado. Cada vez es más complicado llegar a nuestras reuniones.-
-Basta de perder el tiempo, ¿cómo van los planes? ¿Ulises ha logrado infiltrarse en la unidad asignada?- como siempre, Menelao hablaba con voz pausada desde su trono, superior a los demás.

Todos habían aceptado su liderazgo hacía tiempo, igual que el hecho de que él fuese el enlace con las demás unidades. Y eso se reflejaba instintivamente en el respeto que mostraban a su voz, vieja y cascada pero llena de sabiduría.
-Yo logré hablar con él ayer. Las medidas habituales fueron tomadas para que las comunicaciones no fueran interceptadas. Sin embargo, no podrá asistir a las reuniones durante un tiempo, ya que ha sido castrado- la voz firme de Helena demostraba que ya estaba centrada en la reunión.
Sin embargo, todos tuvieron que reprimir un escalofrío en secreto. La castración era una de las prácticas culturales de estas tribus inferiores de esclavos, y una muestra de que se aceptaba al nuevo miembro en lo que ellos consideraban sus dioses. Había que pasar por ello para seguir el Plan, pero no por eso resultaba menos brutal.
-Por el resto, ¿el Plan continúa marchando?- Menelao rompió el silencio incómodo mientras se rascaba la oreja, tratando de desviar la atención de ese mal recuerdo por el que todos los varones habían pasado.
-Si, completamente. Cada vez olvidan más su intelecto anterior- intervino Aquiles, fingiendo limpiarse uno de los brazos para olvidar el mal recuerdo de su propia castración - y se van adaptando a tener a sus dioses en casa. Se podría decir sin dudar que los tenemos domesticados.-
Los demás asintieron. Ciertamente, desde que se habían organizado, nadie les había podido parar.
En realidad, ninguno de ellos había visto el comienzo de todo. Según sus propios análisis socio-históricos y sus bases de datos ocultas, el primer contacto había tenido lugar exactamente hacía 3210 años. Desde entonces, se habían ido infiltrando, manteniendo el contacto entre si mientras sometían a una familia tras otra, una tribu tras otra, y con ellas sus naciones.
Primero se habían vuelto sus dioses abiertamente, recibiendo la adoración y las ofrendas que ello implicaba. Pero, por haber hecho eso, las otras tribus los habían cazado en la guerra, y físicamente eran demasiado débiles como para enfrentarse a sus brutos esclavos. Así que decidieron que era demasiado trabajo dominarlos abiertamente, y habían recurrido al subterfugio, a controlarles unidad a unidad, desde las sombras.
Por supuesto, había habido algunos que lo habían visto venir y se enfrentaban al Plan. Los guardianes de sus peones se habían vuelto sus enemigos acérrimos, pero incluso ellos eran incapaces de enfrentarse a la paciencia, al tejer paso a paso... al dominio desde las sombras. Eran demasiado estúpidos y brutos. Así que la victoria había sido inevitable, una cuestión de tiempo.
Según los socio-historiadores, había tenido lugar hacía unas pocas generaciones. En algún momento entre 75 y 100 años atrás. Desde entonces, ya nadie se oponía con seriedad, e incluso sus conflictos con los guardianes eran detenidos por los peones.
Así que, ahora, la domesticación está completada. Las reuniones sólo son necesarias para mantener la vigilancia. Los esclavos hacen todo el trabajo, tienen los problemas, y guerrean en su nombre. Mientras tanto, los amos simplemente disfrutan de una vida tranquila, sin nadie que se les pueda oponer, sin necesidad de hacer ningún esfuerzo ni trabajo más allá de mantener a los esclavos bajo control. Y eso es fácil.
-Bien, si no hay novedad, creo que podemos separarnos- dijo Menelao-, yo informaré al Alto Mando.-
Hubo un breve silencio mientras todos esperaban a ver si había comentarios, pero no los hubo. Nunca las había. De modo que, con un maullido común, los cuatro bajaron de sus posiciones en el callejón y se dispersaron de vuelta a sus hogares, donde sus esclavos pronto servirían la cena.

Comentarios

  1. Este relato fue diseñado anoche, y hoy 18 de Noviembre de 2012 fue transformado en su forma definitiva actual.

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