Tiempo de Anatemas 4: Hijos del Sol


El Segundo Aliento hace caer a Ragara Jun, el golpe en su cabeza entremezclando su sangre con la carta que su hermana le había escrito. Los sirvientes, preocupados por el ruido, le dicen que su primo Ragara Yu-shi lo reclamaba en el salón principal. En la cocina de la mansión, Ventura había perdido el conocimiento en manos de Espada Celeste, y cuando lo recobró rápidamente buscó la forma de excusarse y abandonar el edificio. Envuelto en el manto de invisibilidad, legado de la Noche, se infiltró de nuevo en el interior, observando la reunión entre los Cynis y Ragara, donde Jun contribuía a la posible alianza entre ambas Casas. Y fue tras esa reunión que ambos pudieron coordinarse y hablar, como habían pactado durante el tiempo del eclipse. Juntos partieron en busca de los académicos de su círculo, pues sabían que Quro se encontraba lejos. 

Megara despertó en su laboratorio, sus papeles desordenados por motivos desconocidos, como recolocados por una mano de gran sabiduría.Y la magia ahora acudía a su llamada con una naturalidad que antes no había tenido. Se puso en marcha para buscar a Synn que se encontró inconsciente en su laboratorio. Los cristales que la científica había estado investigando se habían transformado en cuarzo rosa, y sobre su mesa unos nuevos guantes hechizados la aguardaban. Ante la revelación de que ella misma se había convertido en una de las Anatema a los que había estado investigando, la mujer rápidamente fue a recoger a su hermano. La llegada de Megara permitió a ambas mujeres combinar sus esfuerzos para observar que los cristales habían perdido todo rastro que no fuera mundano, igual que cualquier impureza que pudieran haber tenido, y partieron a buscar a la Orden Mortuoria y obtener así nuevas muestras para hacer experimentos.

Fue entonces que los cuatro caminos convergieron, y las cuatro desconocidas pero conocidas subieron al despacho de Synn a conversar. Preguntas había muchas, respuestas muy pocas, pero con pruebas de Esencia manifestaron sus marcas  de Casta: el Cenit para la científica, el Atardecer iluminaba la frente de Megara, el aura desatada de Ventura solo visible por su decisión pues tal es el don de la Noche, y el doble círculo de la frente de Jun lo identificaba como el hijo del Eclipse. Aprender a camuflar la marca, o a dejar que lentamente decayese, fue una lección temprana e importante, pues ser Anatema es ser enemigo de la Creación a ojos de la mayoría, y atraer la atención inadecuada podía ser peligroso.

Descendieron al puerto interior de la ciudad tras un pequeño encuentro con una de las muchas estafadoras que buscan hacer negocio en las calles de Nexus. Allí, atracado en el puerto, la negra embarcación de la Orden Mortuoria de Sijan era fácil de identificar pero acceder al mismo era complicado. La idea inicial de Synn era llevarse el cadáver pero la Orden Mortuoria jamás devolvería uno de sus protegidos, aunque accedieron a que tomasen muestras de los cristales todavía azules que adornaban el cadáver del mercader. Gui'shandra, la joven Mortuoria, mantenía el cadáver cubierto de los símbolos y señales típico de los ritos que el mercader había solicitado para si mismo. Pero mientras se ocupaban de ello, Ventura sintió una llamada y, siguiendo los pasillos, encontró un cuervo parlante. Meng era enviado de Keku, el guía de los Nocturnos y venía a ponerse a su servicio para las tareas complicadas que aguardaban por delante. Megara tuvo que abandonarles entonces, pues otros deberes la reclamaban.

Con todo listo, abandonaron el navío negro para marchar a la Escuela de Filosofía, la poderosa universidad de la ciudad. Allí les abordó la rectora Iolaran, interesándose por lo que traía a un joven Ragara y las interrupciones que podía causar Synn. Y, durante un instante, casi pareció capaz de ver a la figura invisible para todos que era Ventura. Pero no lo hizo, y Jun fue capaz de manejar la situación con cuidado para ganar acceso a la academia de magia. Entrar en el laboratorio del Departamento de Demonología requería un importante papeleo, que Malla de Cristal, uno de los contactos de Synn en la institución, rápidamente se puso a hacer bajo instancia del Ragara. Pero el papeleo lleva tiempo, y la impaciencia era fuerte en el momento, de modo que procedieron a buscar a Siyang, la directora del Departamento para convencerla de dejarles pasar. Su hostilidad, embarrada en un enorme papeleo por el artefacto que esa mañana había despertado Synn en el laboratorio, fue canalizada por Jun para entretenerla mientras imperceptible, Ventura se hacía con las llaves del laboratorio. Pero cuando llegó allí junto a Synn encontró a ocho hechiceros haciendo distintas pruebas con el artefacto recién despertado, evaluando el riesgo que podía suponer. 

Viendo la situación, Synn decidió que aquello no le importaba tanto y abandonaron los tres la universidad y regresaron al laboratorio de la científica. Allí conversaron de lo que les importaba, de ser Anatemas, y de la misión que habían recibido durante la visión en el otro mundo: la lucha contra los nomuertos que controlaban Thorns como quería la Casa Ragara, la lucha contra los poderes infernales como los del despertado artefacto de la universidad, el combate contra la Buena Gente y sus ardides en la ciudad. Ventura expuso todo esto tratando de crear una posición común con sus dos compañeros, pero sus formas desataron tensiones y conflictos pues nada es tan sencillo como puede parecer a simple vista.

Y mientras se dispersaban para dormir esa noche, tenían la sensación de que algo iba profundamente mal. El Círculo de la Dili-agencia debería haberse reunido pero Quro no había aparecido. Y mientras la imagen abandona la ciudad nos muestra al joven guerrero caído inconsciente entre los bambúes, en medio de una tremenda deflagración de energía. Pero en el límite de la explosión, el Sangriento Poeta del Destierro aparece, su terrible y oscura aura de nomuerte despierta a su alrededor. Y, con un gesto, ordena a sus sirvientes nomuertos que se apropien del joven, pues el destino había sido truncado y el tiempo lentamente se desgranaba. ¿A saber qué horrores esperaban al mercenario en el laboratorio del Anatema nomuerto? ¿Y cual sería el precio que pagaría toda la Creación si el Círculo se rompía?

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