El futuro Emperador del Mundo

Es así, lo he decidido, voy a ser el Emperador del mundo. Lo supe por primera vez cuando tenía doce años, allá en Nueva York, pero ahora con dieciséis ya lo veo claro. Todo el mundo parece emperrado en que lo ponga en marcha aquí en Tokyo, en mi segundo curso de este instituto para gente con poderes: que si haz un proyecto, que si participa en una beca, que si haz un proyecto grupal. Mierda, todo es pura mierda. La gente se toma demasiado en serio sus vidas. 

Yo seré Emperador del mundo, pero no con dieciséis años. Primero quiero vivir un poco. ¿Sexo, drogas y rock & roll? Si, por favor, un poco más de todo ello. 

Pero el resto se lo toma en serio. Que si construye un ascensor espacial, que si vamos a hacer que la gente encuentre a su amor verdadero, que si vamos a participar en torneos de artes marciales, que si vamos a encontrar trabajo a la gente parada, derrotar una banda criminal... menuda panda de aburridos. Y luego los proyectos individuales, unos por ahí curando enfermedades en hospitales, otros buscando conseguir que alguien al azar tenga la suerte de volverse ricos, otras con su carrera de idols... Tienen dieciséis años y parece que tienen cincuenta.

Yo paso de toda esa mierda. Y de las becas. ¿Que si me voy al ejército porque quiero ser espía? ¡Enhorabuena, sirve a tu país y deja que el resto disfrutemos de la vida! ¿Que si me voy con el antiguo emperador de Japón a patrullar Tokyo? ¡Genial, yo jugaré a mis videojuegos! Pero no, claro, luego al final el muerto le cae al que puede sacar las castañas del fuego, como siempre, pero no adelantemos acontecimientos. Ya llegaremos a Yo Salvo el Mundo de Nuevo (marca registrada, patrocinado por Coca-Cola). 

Así que ellos todos se pasaron un par de semanas con sus vidas de viejos siendo jóvenes. Pero a mi no me dejaron tranquilo. No podía ser, no. La puta de la directora (si, se que sabes que pienso esto porque me comprendes desde tu despacho, me la suda) tuvo que ir y amenazarme con que o participaba en las actividades o se lo decía a mi padre. ¡Anda, no me jodas! ¿Qué tenemos, ocho años para ir ahí contándole las cosas a los padres? Hay que joderse. Y se supone que ella es la adulta archivillana con un plantel de futuros superhéroes endeudados con ella. Y tiene que recurrir a amenazas y chantajes. Que vamos, acepté a regañadientes solo porque se callase, no porque sus amenazas tuviesen ningún sentido ni efecto...

Pero a lo que vamos, pues. Un proyecto grupal para mi, pues por llevar la contraria, lo voy a hacer con alumnos de otros institutos que no tienen poderes. Si creían que dejarme perder todos los combates intrascendentes del año pasado era por tontería, pues no. Un Imperio mundial no se hace sobre la espalda de los poderes, somos demasiado pocos los que los tenemos y demasiado centrados en partirnos la cara. Bueno, partírsela, yo paso de esas movidas. Lo que hace falta es movilizar y gestionar a la masa, ahí está el verdadero poder. Así que he montado un periódico online con el club de periodismo del instituto 4 de Tokyo, donde vamos a ir colgando todos los escándalos y trapicheos que encuentre en la mente de políticos, estrellas mediáticas, magnates, etc. ¿Que si te gustan las prostitutas somalíes? Perfecto, lo sabrá todo el planeta. ¿Que si recibes pagos en sobres por tráfico de influencias? También lo sabrán. Vamos a hacer justicia, y la vamos a hacer bien. Ryoko me pasó un antiguo manga que se llama Death Note y he de reconocer que Kira tiene algunas ideas interesantes.

Y en cuanto a mi beca, pues decidí que la forma de no trabajar nada era escoger la de casinos, que tiene que ver con la Yakuza. Ya, ya se, meterse en el submundo criminal otra vez y lidiar con esos pesados es un coñazo, pero hay que reconocer que es una forma de decirle un que-se-joda a mi padre. Nada de carrera política y bonita y esas cosas. Fuck it! Así que allí me planté como dice la canción, con la idea de chantajear o controlar la mente del tipo y que me firmase los papeles sin hacer nada a cambio de no joderle el tinglado. El Gran Dragón también había escogido esa beca, lo cual es lógico teniendo en cuenta que se supone que ahora es líder de la Yakuza tras la muerte del Dragón Sonriente a manos de Kara. Y fuera estaban Shiro con el viejo Emperador vigilando el local como policías de película. En serio, qué mal se lo monta la peña.

Pero supongo que mi plan no era infalible. Resulta que el tipo resiste lecturas de mente y esas cosas, así que mi plan de no hacer nada se va a la mierda. Bueno, me largo pasándole la info a la poli de las pocas armas ilegales que tienen en el sótano y tan tranquilamente. Ya encontraré otro lugar donde no hacer nada. Y me encanta que el antiguo Emperador quería hacer las cosas a la vieja usanza pero al usar mis poderes le he jodido la diversión. Algún día Shiro lo entenderá, pero supongo que este no es ese día, así que.. fuck it! 

Cabría mencionar que en la otra parte de la ciudad Zorro y su novia (que debería ser más zorra de lo que es, la verdad, es un talento desperdiciado el que tiene), estaban trabajando para el servicio de inteligencia vigilando al nuevo embajador ruso. ¿Que cómo se esto, si es super alto secreto? No me jodas, que lo se todo, ¿vale? ¿O es que crees que mis poderes son de adorno? Que estén patrocinados por las grandes corps americanas no los hace menos fuertes, joder. Pero bueno, como decía, Zorro estableció contacto con el embajador ruso en una cafetería donde, como parte de su beca, ahora va a trabajar. Hay que joderse lo que se complica la vida el servicio de inteligencia preparando señuelos y trampas, aunque supongo que tiene sentido teniendo en cuenta los poderes del embajador. Vaya coñazo. Y a ver si el plan de Zorro con su colega Me-Cago-En-Mi-Puta-Mala-Suerte funciona, porque como no lo haga el embajador se va a marcar una fiesta. 

Pero bueno, el caso es que yo estaba en el instituto tranquilamente jugando a la consola cuando Shiro me llama por teléfono. Sigue de patrulla y eso que ya es bien entrada la noche (siendo un "niño bueno" como él ya debería haber tomado el biberón y metido en la cama... en concreto el biberón de su novio, jejeje) y parece que hay movida porque el viejo Emperador quiere que use mis poderes. Ok, pues. Y resulta que lo que veo es innegablemente una movida. Un hangar donde en la última semana (si, coño, ya os he dicho que lo se todo joder, si es que la gente no me cree, ¡incluso el pasado pesados!) un par de yakuzas han estado haciendo tráfico de personas, niños en concreto. Pero eso no es suficiente mierda, no, tenía que haber más, porque son niños con poderes que la Yakuza está vendiendo en subastas. Así que sigo las conexiones entre las personas (¿otra vez dudando de mi, pesado?) hasta llegar a un buque que salió de Osaka destino Australia y algún país árabe, Emiratos o alguno de estos, lugares donde no hay mucha gente con poderes. Comprando poderes con dinero, he de reconocer que eso es muy americano, pero nosotros tenemos a los verdaderos poderosos como Malcolm X o así, de modo que no necesitamos ni eso. USA FTW!

Para el caso, les paso la información y las movidas de que el barco se lleva a dos de los niño y vuelvo a mi consola. Y resulta que Shiro y el viejo poli ex-Emperador van hasta el barco y se lía la de san Dios. Bueno, san Dios no puede ser porque no hay más Dios que el Dólar, pero me entendéis. El caso es que le quitan las esposas que anulan poderes a uno de los chavales (ya, menuda movida eh, esposas que quitan los poderes, esperemos que el gobierno no las consiga) y boom. Un Hiroshima en toda regla, por suerte en medio del mar. Tanto el viejo Emperador como Shiro palman, pero ambos revivirán así que no hay problema.

Pero claro, una parte de mi quería pasar de todo, pero la otra dice que una explosión nuclear tampoco es algo aceptable. Que habrá que deshacer este entuerto que la poli no puede. Así que al enterarme al día siguiente de lo ocurrido, localizo a ambos cadáveres para que los recojan ambulancias y me pongo a deshacer el entuerto. Al final, todo llega al puto yakuza del casino que es el que vende y trafica a los niños. Dos de ellos llegaron al barco, los otros tres a la subasta pero ya iremos a esa parte después. Los dos primeros, los del barco, están obviamente muertos del todo en la explosión, convertidos en plancton para ballenas, pero debían ser los más poderosos porque se vendieron antes de la subasta principal a los clientes vip. Saudíes, los hijos de puta, y australianos. Los compraron en Tailandia y les chutaron una droga que potencia poderes que mezcla la sangre de Malcolm X con el poder del Dragón Negro chino (con quien algún día me pondré a ajustar cuentas por lo de la fiesta) y vamos, un cóctel de la hostia que se vende en el mercado negro de Vietnam. La hostia.

Sin embargo esas cosas quedan lejos de mi mano de momento. Pero no de la de Zorro, que como parte de la siguiente operación encubierta de la inteligencia japonesa, ayuda a unos de sus compañeros espías a colarse en la subasta de niños. Bueno, la Yakuza subasta más movidas, pero nos dan puto igual a estas alturas. Él no sabe nada de la movida de los niños y el barco, pero descubre por su lado que hay un lote de tres niños con poderes que se han subastado aquí en el segundo pack. Usando sus fuentes y recursos logran encontrar a dos de ellos en un contenedor y rescatarlos (supongo que serán la siguiente generación aquí en la escuela, pero la verdad es que es sorprendente que haya niños con poderes a estas alturas, aún no debería tocar salvo que alguien se dedique a follar y tener niños siendo un viejo, o algún otro joven esté haciéndolo sin condón... losers). Para el caso, ¿y el quinto niño, me diréis? Pues se lo ha llevado un tío turbio embutido en un traje que anula poderes. Si, esa mierda de nuevo, parece que sale como regalada con los cereales. Tanto juego del ajedrez de lo sabemos todo de la directora y el Dragón Sonriente y resulta que hay millones de cosas que no ven pero no sabían que no veían. Hay que joderse. Ah, y si, ya se, esto todo es material confidencial del servicio de inteligencia, no le digáis a nadie que os lo he contado.

Mientras tanto, yo organicé una operación contra el yakuza turbio. Como hacía falta hostias, hablé con Kara y su novia para que la teletransportase. Habiendo matado al Dragón Sonriente debería poder con el lisiado del casino. Y también hablé con el Gran Dragón, menudos nombres más pesados y petulantes tiene esta peña, para que participase en limpiar la Yakuza que él va a heredar. Al fin y al cabo son sus planes. Así que nos colamos en dos grupos, neutralizamos las armas y todo va según el plan hasta que el lisiado materializa de la nada un samurai fantasma y a la mierda todo. Vuelan las hostias, le amputan los brazos a nuestro Yakuza particular y a mi casi me matan (de verdad, esta vez no en la arena de la escuela, ¡no me jodas!) antes de que finalmente entre curaciones y ataques el puto pesado lisiado se compra la granja y a criar malvas. Yo ya había llamado a Río por si acaso se iba de madre todo (y yo que quería hacerlo sin profesores, ¡mierda!) así que revive al tipo y procedemos a interrogarlo y encajar la historia de las subastas y demás. Es lo que os conté antes así que no me voy a repetir, paso mazo. Pero lo que está claro es que las peleas fuera de la escuela son otra movida, si vuelvo a meterme en follones así tengo que tomarmelo en serio y no como entretenimiento, o esto se va a ir de madre. Pero bueno, al menos he conseguido que me convaliden la beca del lunes que viene y así no tener que hacer nada, ¡algo es algo!

El ex-Emperador vuelve a la vida y se pone en el caso, lo mismo con Shiro que regresa, y Zorro por su lado. Yo se supone que no se nada de lo de espionaje, así que secreto eh, nada de irlo contando por ahí. 

Y así, como quien no quiere la cosa, terminó nuestra segunda semana del curso. Parece que este año va a ser más movido que el anterior, cuando llegué a Japón, donde lo más interesante fue una fiesta que las triadas nos jodieron... bueno, y derrotar al Dragón Sonriente en su juego, pero eso es otra historia para otro momento. Me voy a poner a jugar al Need for Speed Ultimate Turbo que sino no llego a Platino y no me da EA la prima por el patrocinio. ¡Que dura es la vida de futuro Emperador del mundo!