En Alas de Ángeles: Octava parte (EF= 43+)
El enorme sol azulado iluminaba la inabarcable aguja ante la expedición, que dominaba el entorno por encima de la pequeña cabaña del sacerdote. La conversación se prolongaba a lo largo de las horas pero su tiempo se agotaba pues, en el horizonte, la silueta de un antiguo vehículo volador se volvía cada vez más grande. Con las enseñas de los ascensionistas de la Angel Wings, la nave recorría aceleradamente la distancia hacia la prehistórica estructura y la gente reunida en torno a su base.
Y cuando llegó, el reencuentro entre ambas tripulaciones fue amargo. Con sus numerosas modificaciones cibernéticas y avanzada tecnología de la Primera República, los que habían sobrevivido a atravesar el vacío se encontraban ahora con un peligro inesperado para su misma supervivencia: la aguja de los ángeles que estaba vibrando sobre ellos suavemente y desactivando toda la tecnología en el planeta. Ojos, corazones, brazos y piernas, pulmones e hígados, todos ellos eran igual de mecánicos para la estructura que lanzaderas o rifles.
La confrontación era inevitable.
Los navegantes del vacío entre las estrellas no creían en los ángeles ni en el Pancreator ni nada por el estilo, sino en sus deidades autofabricadas y trascendentes. Todo aquello para ellos era lo más parecido que podían imaginar a demonios y pruebas de fe, y no estaban dispuestos a sacrificar ni sus ascensiones ni sus vidas por las supersticiones de los lugareños. A sus ojos, aquella torre milenaria no era más que avanzada tecnología previa a la humanidad, que estaba activando antiguos protocolos de seguridad para una especie desaparecida antes de que los primeros homínidos existiesen. Un mecanismo de defensa, no los ángeles en los que creían los lugareños.
Y no estaban dispuestos a aceptar su existencia y subsistencia. Quizás no eran una nave de guerreros, pero sus modificaciones y el tamaño de su población les daban una ventaja sobre los otros grupos que era notable, y su dominio tecnológico les dotaba de armas que, esperaban, permitirían derribar la antigua estructura.
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