Entradas

Tiempo de Anatemas 50: La última larga noche

Imagen
El niño sideral, Chejop Kejak, a menudo conocido como Dos Caras, está desesperado. El destino trazado no era este, lleno de interferencias por parte de los solares y sus aliados. Desde la proclamación solar de Starfall y el coste de recursos que eso supuso, a la práctica subversión o destrucción de la Orden Inmaculada, al final del olvido destinado que les protege de las consecuencias, o la muerte de destacados siderales como el Ingeniero y el Relojero, todo está cayendo a su alrededor. Los golpes recibidos han sido demasiados, desde demasiadas direcciones, y el tiempo se acaba Pero hay un plan, no el plan óptimo, no el plan cuidadoso y perfecto, no... un plan desesperado. Desde los cielos los dioses castigan a la Creación trayendo infortunio y malestar, dolor y muerte. Calamidad apocalíptica tras calamidad apocalíptica, llevando al mundo entero al borde del desastre. Todo para poder crear un Destino Resplandeciente de mayor envergadura que ningún otro, superior al de la Emperatriz Esc

Edad del Fuego 30: El precio de abandonar la neutralidad

Imagen
hgj

Tiempo de Anatemas 49: El azulado resplandor de un amanecer incipiente

Imagen
Hubo un tiempo en que la luna brillaba con una fuerza imparable, inspirando a los amantes en los puentes y a las poetisas que escribían con su embrujo. Pero desapareció y cuando regresó lo hizo menguada, algo deshecho ahora, más de mil años después, cuando una joven pelirroja abre unos ojos no humanos ante Haz Argenta y Xiao Baozi que le dan la bienvenida de vuelta. Y juntos, el oso, la pantera y la loba corren entre los bambus bajo la luz plateada y la roja loba se detiene para aullar su amor al astro que ha recuperado toda su fuerza. Lejos de allí, la Corona de la Creación vuela hasta la ciudad de Jiara, donde los solares buscan evaluar el estado de la ciudad y su evolución. La encuentran tranquila, reconstruyendo, sanando sus heridas bajo el gobierno temporal de Khidara Weilan. La joven se halla en el salón principal de la manse, organizando con sus ayudantes las nuevas posibles rutas comerciales que se abren con los Ragara de Port Cailyn. Con solicitud y devoción comparte con ellos

Edad del Fuego 29: Las Supremas Virtudes del Fanatismo y la Hipocresía

Imagen
Una veintena de mundos. Millones de catedrales y capillas. Miles de millones de feligreses, todos temiendo la sombra del pecado de su interior. Aquel que tú has inventado, retorciendo las verdades a tu antojo. Pues ¿puede haber la Sabiduría que pregonas sin libertad de pensamiento, que has retorcido para ser considerada herejía? ¿Acaso existe la Lealtad sin amor, que renombras lujuria? No, viejo amigo, tú solo conoces una única virtud, el fanatismo ciego, adornada con la bendita hipocresía que la masacre de humanos a manos de humanos sea entendida como algo bueno. No se para qué me molesto, no responderás a esto como no lo haces con ninguna otra cosa. Regresemos a Byzantium Secundus, donde en el astropuerto Orion Al-Malik espera la llegada de los demás. Meses de investigación en bibliotecas oscuras y textos controvertidos le han convertido en un bibliotecario eskatónico, semanas de buscar soluciones a la posesión demoniaca le han enseñado sabiduría y la verdadera importancia y escala d

Tiempo de Anatemas 48

 (Este resumen lo hizo Ines, no yo, porque a mi no me daba ese día) Después de dos semanas desaparecido, Jun vuelve para ponerse al día de los últimos acontecimientos y los últimos dramas del grupo. Mientras Ventura y Sagrest tratan de pensar la mejor manera de aniquilar a dos ejércitos de la forma más eficiente y perturbadora posible, Jun coge a Synn por el brazo y se la lleva a darle un discurso a las tropas que les atacaron en capítulos anteriores. Entre ambos consiguen convencer a ambos ejércitos de la bondad de Synn, que les salvó la vida, y de la necesidad de unirse a su bando para recuperar Thorns. Pim pam dos ejercitos más para los solares. Se reúnen en el castillo y terminan decidiendo un plan para romper el resto del sello de los lunares. Intentemos hacer al menos un sello hoy, decían. Ojalá dé tiempo a hacer dos, decían. Ya que están predicando, deciden tratar de convertir a las dos siderales que tienen encerradas en el castillo, y Ventura y Jun acuden a darles otro discursi

Edad del Fuego 28: Las espadas de la luz y la oscuridad

Imagen
Marcush Castillo, en su silla de ruedas, abordó la Fuego y Retribución , aquella nave que él mismo había ayudado a conquistar tras el juicio en Varadim. Rodó hasta el puente de mando para intentar hacer ver a su sobrino, al cachorro como lo llamaba su amigo Baudias, que aquella era una senda equivocada. Pero cuando fue obvio que no escucharía, se puso en pie con dificultad, pese a que mi hermano se encontraba en su interior igual que en el de Lisandro, y le habló del peso de la ira que cargaba consigo, que ambos conocían tan bien. Y con su último aliento, la espada del sobrino atravesando su corazón, trató de recordarle quien había sido una vez, antes de que la Oscuridad descendiese sobre su alma. Pero volvamos con nuestros protagonistas. Podría contaros una buena historia, llena de combates épicos contra terribles guerreros con poderes antinómicos, o puedo contaros una historia menor, donde el centro dramático se encuentra en las almas y las decisiones, no en la acción. Pues esta, es

Tiempo de Anatemas 47: La senda de los legados rotos

Imagen
En su jardín, Fides, la Dama del Final de la Lealtad, les mostró lo ocurrido en detalle. Como el bebe Chejop Kejak lideraba la facción de bronce de los siderales y la formaba en oposición a Ayesaura la Dorada. Y como escogía a cinco siderales de gran poder, uno de cada casta, para lanzar la poderosa maldición que destruiría las castas de los exaltados lunares. Así el exaltado de Mercurio sacrificó a un poderoso dios, el Ministro del Tiempo, para que no pudiese haber lugar donde no llegase el mensaje de ese final. El exaltado de Venus tejió poemas de gran poder convenciendo a la Creación del cambio que estaba ocurriendo. La exaltada de Marte libró una gran batalla y este triunfo derrotó a las fuerzas lunares. La exaltada de Júpiter ofrendó una planta, creada en secreto y exprofeso, que jamás había visto la luz de Luna. Y la exaltada de Saturno puso final a conceptos ahora desconocidos, pues ya no siguen existiendo en la Creación. Con esa terrible y poderosa magia, sellaron el destino de

Edad del Fuego 27: Heredarás las ruinas

Imagen
No hay más dios que el pájaro de fuego, al que se le reza con láser y acero, se le hacen ofrendas de cadáveres y esclavos. Y ahora, finalmente, había llegado la utopía, el momento prometido, el tiempo de la oportunidad en que los fuertes impondrían sus leyes en nombre no de la lealtad, de títulos o fe, sino de la línea de beneficios. Así pensaba Ertalia de Cadavus, la Guildmeister del Muster, de camino a Midian, mientras su gremio comenzaba operaciones contratadas de sabotaje y combate por los mundos conocidos. y mientras la violencia campesina y nobiliaria se desataba en Sutek y las naves de los misioneros e inquisidores llegaban a Gwynneth. Fue en la órbita de Manx-2 donde encontraríamos a nuestros protagonistas tras su misión en el prohibido planeta. Pero el ambiente a bordo de la Suddenhammas era cualquier cosa menos festivo. Los gemidos de dolor de un Wulfgar inconsciente llenaban el navío mientras los cadáveres de sus compañeros se apilaban en la esclusa. Lázaro se afanaba en ce

Justicia y fe

Imagen
La tensión se palpaba en la amplia sala de madera, llena de humo de pipas y de la propia chimenea. En una esquina un bardo itinerante tocaba algo, esperando ganar algo para pagar su estancia, pero nadie le prestaba atención. Todo eran miradas de desconfianza, huidizas, cabezas volcadas sobre las mesas para susurrar, cuchillos escondidos bajo amplias capas y hachas de leñador apoyadas contra las sillas. Y el silencio cayó cuando, de golpe, la puerta se abrió y un muchacho adolescente, pelo alborotado y cara congestionada por la carrera, se encontraba ante ella. -¡Lo ha hecho, lo ha hecho!- Pedro, el de la Juana, gritó y la taberna entera se puso en movimiento. Las bebidas quedaron en las mesas, olvidadas, mientras con recelo y miedo, los lugareños salían con prisas. Alfonso "el Grande", el líder de los leñadores, intentó poner algo de orden meneando su hacha, pero la mayoría le ignoró a él y su afán de protagonismo. Todos sabían que estaba tan asustado como cualquiera de ellos