Tiempo de Anatemas 47: La senda de los legados rotos
En su jardín, Fides, la Dama del Final de la Lealtad, les mostró lo ocurrido en detalle. Como el bebe Chejop Kejak lideraba la facción de bronce de los siderales y la formaba en oposición a Ayesaura la Dorada. Y como escogía a cinco siderales de gran poder, uno de cada casta, para lanzar la poderosa maldición que destruiría las castas de los exaltados lunares. Así el exaltado de Mercurio sacrificó a un poderoso dios, el Ministro del Tiempo, para que no pudiese haber lugar donde no llegase el mensaje de ese final. El exaltado de Venus tejió poemas de gran poder convenciendo a la Creación del cambio que estaba ocurriendo. La exaltada de Marte libró una gran batalla y este triunfo derrotó a las fuerzas lunares. La exaltada de Júpiter ofrendó una planta, creada en secreto y exprofeso, que jamás había visto la luz de Luna. Y la exaltada de Saturno puso final a conceptos ahora desconocidos, pues ya no siguen existiendo en la Creación. Con esa terrible y poderosa magia, sellaron el destino de