Por amor Cayeron. Su primer Mandamiento fue "amadme" , y el segundo, "amadlos como me amáis a mi" . Y el Pecado inevitable fue tener que escoger entre amores. Esa es la naturaleza de la tragedia. Hermano contra hermana, amigo contra amiga, amor contra amor. Un nosotros convertido en yo y él. Las alas de los ángeles se baten con fuerza, alzando a la Hueste de vuelta a sus ciudades de plata y cristal. Solo, abandonado, castigado, Lucifer mira las ruinas a su alrededor de lo que una vez fue el Eden. Los humanos han perdido su brillo y magnificencia, tan condenados como el resto de la Creación por el pecado de perder la guerra, y por haber vuelto la espalda a la rebelión que buscó liberarles para siempre. Ahora solo quedan ruinas, olvidadas y perdidas, de un tiempo en que se pudo soñar, pintar y amar. Y el Primero vaga a solas, sin respuestas, sin salidas, sin enemigos ni voluntad. Disminuido todo, el sol mismo brilla con menos luz y fuerza. ¿Qué puede quedar en este de...