La Edad Oscura 7: Milagros

La fe es la más poderosa de las armas. Capaz de convertir al pagano en fiel, el fiel en hereje. A lo grande en pequeño, a lo individual en grandioso. A lo vivo en muerto, y devolver la vida a lo que no la tiene ya. Y en aquel momento, en aquel enésimo enfrentamiento entre David y Goliat, la fe aparecería con su fuerza no una sino tres veces, tres milagros distintos, uno para cada estamento del Imperio.
 
Un milagro eclesiástico cuando, mesiánicamente, Agenshia Minesmith regresó de entre los muertos para extender la verdadera voz del Pancreator por el Imperio oscurantista. Un milagro nobiliario cuando, en órbita, Lisandro Castillo logra una victoria militar imposible y toma la Libertad Duradera pese a las pérdidas de la Espada de Lorrena y la Gloria del Segundo Mundo. Y un milagro gremial, cuando Seth de los Reeves desciende bajo el ministerio de industria y consigue apagar las máquinas de terraformación que irradiaban la capital, tras el encuentro con el culto de la Oscuridad entre las Estrellas.
 
Pero es que a finales de aquella primavera en que el Imperio se tambaleaba, toda la red que nos mantenía unida se destejía, se deshilaba. Y antiguos personajes de importancia cedían el centro del escenario de nuestro drama galáctico ante la llegada del segundo acto, cuando el campo de batalla de Varadim fue sustituido por las intrigas palaciegas de la corte del Príncipe Hazat en Aragon. 
 
Mientras el destino de Haven permanece incierto, acaso bombardeado, acaso no. Mientras el futuro de los bárbaros de Varadim permanece en el filo de la espada. Mientras ignoramos la posición de la flota eclesiástica y las pesquisas de la Inquisición. Mientras la incertidumbre aplaca la luz del Empíreo, alejándonos a todos de la guía del Pancreator, solo la fe puede encontrar el camino. Solo con la inteligencia y la valentía, con el riesgo y el conflicto, podrán las cosas cambiar. Porque en este oscuro Imperio, donde el cambio es pecado y los soles mismos se apagan, solo aquellos dispuestos a sacrificarlo todo pueden traer el milagro de un nuevo amanecer.

 

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