La Edad Oscura 11: Fuego y Sombras

Estas sendas, de fuego y sombras, llevaron al Profeta a los pies del Arbol del Mundo, en el sagrado planeta de Yathrib. Y allí los ángeles le entregaron las visiones del Fuego Eterno en el Empíreo y de la Oscuridad que acecha entre las estrellas. Ese peregrinaje, hace dos mil años, cambiaría el rumbo de los Mundos Conocidos. 

 

Pero un nuevo peregrinaje, tanto tiempo después, enfrenta a Lisandro Castillo contra sus propios demonios y fantasmas del pasado y del futuro. Y, cuando finalmente se encuentra frente al Árbol, de su boca brota la Oscuridad y, con voraz apetito, destruye el árbol, a la Santa que lo protege y toda la vida de Yathrib, dejando solo una lluvia de negras cenizas. La muerte del primero de los Mundos inicia el Eskathon, el final de los tiempos, pero no ocurrirá en un año ni en dos, y hay quienes están dispuestos a luchar contra la Oscuridad por terrible que sean las pruebas.

 

Pero mientras un mundo muere una antigua nave abandonada regresa a la vida y la Emperador de los Soles Exhaustos pone rumbo de vuelta al Imperio que ella parió. Y es labor de Seth y Marcush el recoger a Lisandro y a Karyn y devolverles el sentido de la vida de entre el mar de cenizas negras. Porque muchas batallas quedan por delante, desde cargar con un monasterio a descubrir los antiguos secretos de razas ya olvidadas.

 

Y es que el fuego y la sombra son más antiguos que la humanidad, ya dividieron a los Annunaki y a los Ur y ahora la humanidad, que ya de base tiende a la división y el enfrentamiento interno, ocupa el centro del escenario. Pero los muertos cuentan sus secretos a quienes quieren oirlos, y a veces las armas contra la Oscuridad no dependen de antiguos rituales, sino el modo de vida de la gente.

 

Pero el Imperio se desmiembra y divide, ambicionando un Cetro que puede dotarle de estabilidad o destruirla para siempre. Un Cetro puesto al alcance de las personas de mayor poder de todo el Imperio, pero situado en el centro de una delicada trampa tejida con atención y mimo por Seth: la subasta cainita donde sus voluntades y ambiciones serán puestas a prueba. Una subasta donde lo mejor y lo peor que todos ellos llevan dentro saldrá a la luz en sobres lacrados y con caligrafías bellas y cuidadas. 

 

Fuegos y sombras, de otro tipo, pero igual de importantes porque la guerra por el futuro se lucha en el presente, con espadas, con rituales y con palabras.