La Edad de Bronce

Y así es como lo imposible se vuelve posible, cuando la fe de los mortales mueve las montañas hasta lo más impensable se vuelve inevitable. Es el Destino, al fin y al cabo, el camino trazado por la fe acumulada de todos, en cómo son las cosas y los dioses. En el mundo como lo entendemos y el papel que ocupamos en él.

A través del fuego llegó el cambio. Como un bosque que arde para dejar la tierra fértil y lista para una nueva vida. Pero el cambio, como todo, genera resistencias. Y ninguna resistencia es mayor que la de los dioses, atados a quienes son, incapaces de cambiar o aprender. Como pequeños niños, juegan con el mundo y los mortales como si fueran adolescentes todopoderosos, riñendo y peleando cada vez que alguien les lleva la contraria o cuando algo quieren. Esa es su naturaleza. Al menos la de los dioses aqueos.

Otros dioses son diferentes, serios y devotos a sus tareas, como los dioses egipcios. O quizás atados al destino y los extraños equilibrios de la luz y la oscuridad, como los persas. Algunos son conquistadores, como los cartagineses, mientras otros luchan contra enemigos ancestrales para defender su tierra, como los celtas. Los hay que buscan la unión entre la división, como los hindúes, o quienes organizan complicadas normas y reglas para cada procedimiento, como los chinos. 

Pero al final, todos ellos, son esclavos de sus naturalezas, de las historias que contamos de ellos, del modo en que los imaginamos. Cadenas de fe para atar a los dioses, sometidos al Rey Mortal... la misma humanidad. Eso decía la profecía, ese era el camino que tenía que tener lugar. 

Sin embargo, cuando los scions abandonaron el Olimpo y descendieron al mundo, habiendo generado un complicado acuerdo entre los Theoi, las pruebas que tenían por delante lejos estaban de terminar. Las más duras y terribles faltaban, los mayores sacrificios y los mayores precios. Porque al final, igual que los dioses están atados a sus historias, los mortales están atados a sus leyendas. Y los scions, más que ningún otro.

Comentarios

  1. Más que un relato, esta es la introducción a la última sesión de la campaña de Scion en la edad antigua que hemos jugado los últimos meses. Lo escribí todo del tirón hoy, 19 de mayo de 2021.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Un mundo de tinieblas

Tiempo de Anatemas 27: La senda de la tinta y la sombra

Al principio... (antología 1)