La Corona del Imperio: Bajo soles alienígenas
Las dos esferas binarias iluminaban aquel mundo con implacable fuerza. Su luz golpeaba con fuerza las arenas y aplacaba cualquier forma de vida que pudiese haber en millas a la redonda. De un vistazo, alguien podría haber dicho que existían similitudes entre este paisaje desértico y el de su propio planeta natal, pero solo de pasada. Las arenas amarillas de Tatooine contrastaban profundamente con la tierra rojiza y negruzca de Balmorra, aunque ambos fuesen igualmente estériles. Y no solo era la luz o el escenario. Andriia Sivaras se sentía a una distancia infinita del único mundo que había conocido durante toda su vida. Aún cuando el Imperio la había separado de su familia para controlar a la Tecno Unión, o cuando empezó a trabajar en el gobierno, todo lo había hecho desde el mismo planeta, con la misma tierra rojiza y el mismo sol. Y ahora, todo aquello había muerto, al menos para ella. Jamás podría volver a Balmorra, pues aun con la mejor de las identidades falsificadas, demasiad