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Mostrando entradas de marzo, 2016

Lluvia sobre tiempos perdidos (14)

La voz del gran bardo , con su guitarra y armónica, llenó de nuevo la sala, con su canción sobre la futilidad y el tiempo. Cuanta verdad había en sus palabras, y cuantas verdades rememoraba caminando sobre la sencillez de su canción. "How many roads must a man walk down Before you call him a man?" No era una cuestión de cantidad, bardo, sino de los baches que había encontrado en las mismas, y las vicisitudes a las que se había enfrentado para llegar a su final. Pues, de un modo u otro, el final a todos nos llega.

Lluvia sobre tiempos perdidos (13)

La voz alegre de la dama de antes volvió a llenar la sala, con su canción de desamor y superación. Y sus acordes me alejaron con sus botas de tiempos del motín, de vuelta hacia atrás, hasta la dama que una vez había sido mi amor. "You keep saying you got something for me..." y, sin duda, yo por aquel entonces lo tenía muy marcado por ella. La derrota era reciente, y, para sacarme de mi ensimismamiento y volver a ponerme en el sendero correcto, Teodulfo me había enviado lejos.

Lluvia sobre tiempos perdidos (12)

Una guitarra intranquila comenzó a sonar con el nuevo disco, mientras yo aspiraba tranquilamente el agradable olor de la copa de vino y paladeaba un poco de su contenido en la boca. Aunque hubiera de volver a escupir su contenido, era agradable su suave tacto y toque afrutado. Estaba buscando un recuerdo menos conflictivo y, sin embargo, no lo encontré cuando la voz del profesor comenzó a aleccionar a los niños. "Daddy's flown across the ocean leaving just a memory..."

Lluvia sobre tiempos perdidos (11)

La voz profunda y grave regresó al igual que mis recuerdos navegaron hacia atrás, de nuevo danzando entre los siglos mientras los avances tecnológicos se perdían y los avances culturales se recuperaban. "Riders on the storm..."

Lluvia sobre tiempos perdidos (10)

Si ese había sido mi primer recuerdo de la novida, ¿cual había sido el más reciente? Mi mente danzó por los siglos que se desplazaban ágiles ante mis ojos, por encima de guerras, batallas, conflictos, sangre, embajadas y luchas... embajadas, si, sin duda mi recuerdo más actual correspondía a pocos años antes. Los alegres británicos que sonaron en ese momento sin duda sabían cómo era, aunque mi último viaje no había sido precisamente alegre como ellos. "Oh, flew in from Miami Beach B.O.A.C. Didn't get to bed last night..." Ni la última, ni ninguna otra, y esas sin dudas fueron noches de mucho trabajo y poco dormir.

Lluvia sobre tiempos perdidos (9)

Mi Sire si que no tenía problemas en eliminar a alguien que le molestase. Matar no le suponía ningún tipo de problema cuando le conocí, había luchado en las Cruzadas y había matado a decenas de enemigos como mortal, y más como inmortal. Yo también había tomado algunas vidas más para entonces, pero seguía sin hacerlo con la falta de dudas y con la seguridad en si mismo con las que Teodulfo despachaba a quienes osaban molestarle o importunar sus planes. La sala se llenó de una voz grave, profunda, con clase y elegancia . "And now, the end is near; And so I face the final curtain..." Pero no todo final era el último punto de una historia, en ocasiones eran el comienzo de lo que importaba.

Lluvia sobre tiempos perdidos (8)

Al borde de la destrucción había estado en varias ocasiones, pero también por mis manos habían corrido las vidas de muchos. Tanto durante mis tiempos en Valencia como Príncipe, como durante las ocasiones en que las espadas abandonaban las vainas o los enemigos llamaban a las puertas. La voz demenciada que comenzó a sonar me llevó a momentos muy lejanos, terribles y duros, cuando las personas se enfrentan a decisiones cuyas consecuencias se mantendrán durante toda su vida. "There must be some kind of way out of here..." . Pero no, desgraciadamente, no siempre la había .

Lluvia sobre tiempos perdidos (7)

La música tomó un tono más ranchero, más americano y, con él, mis recuerdos danzaron hacia adelante en el tiempo, hacia el oleaje y el viento agitado, al sonido de las masas hacinadas y la bocina del barco de vapor mientras surcaba el océano. "An old cowboy went ridin out one dark and windy day..." y, sin duda, aquella noche en que divisé el puerto de Nueva York lo era, lluviosa y tormentosa, con la mar picada y el barco agitándose como un infantil velero de corcho que se mece en la corriente de un río.

Lluvia sobre tiempos perdidos (6)

Valencia, el lugar donde se había forjado mi habilidad como gobernante, mi conocimiento de las intrincadas conspiraciones de los Cainitas, el lugar donde fui puesto a prueba mucho antes de poder hacerle frente. La música alegre hizo entrada en la sala, mientras la voz tranquila relataba la historia del lugar de perdición . "There is a house in New Orleans..."

Lluvia sobre tiempos perdidos (5)

La oscuridad llenaba la sala y mi estado de ánimo tras hablar de la proximidad de la Gehenna, de la brutalidad de la Guerra Civil. Durante unos minutos, dejé que mi mente vagase por los recuerdos de las pérdidas acumuladas durante siglos de lucha, muerte y poder. ¡Tantas! Demasiadas para un único corazón, una única mente, por muy inmortal que fuese. Así que, con un ejercicio de voluntad, me arrastré fuera de las sombras, a tiempos pasados y más felices. La guitarra alegre comenzó a danzar en la sala, llenándola de recuerdos de pasión y locura, largo tiempo marchitos. Dignos de la voz rasgada y destruida por un amor verdadero e inalcanzable, como en tiempos pasados yo había tenido. "Nights in white satin..." .

Lluvia sobre tiempos perdidos (4)

La voz melancólica que comenzó a sonar en el gramófono encajaba bien con la lluvia del exterior. "This is the end, beautiful friend..." y no pude dejar de pensar para mi mismo que, de un modo u otro, en efecto lo era. La lluvia no podía llevarse la decadencia de un siglo de ruina, depravación y desidia. De cobardía, de lejanía, de sangre derramada de modo inútil y grandes palabras que sólo resonaban en la sala porque se daba un silencio forzado.

Lluvia sobre tiempos perdidos (3)

Dejé que, ante mis ojos fijos en la pared, discurriesen los siglos. Un tic, tac acelerado de un reloj desquiciado ante el cual se sucedieron los conflictos, las luchas y guerras, los amores y amigos perdidos. Una y mil vidas, vividas únicamente por mi, el depositario de unos recuerdos irrepetibles que hoy solo aparecían en los libros de historia. ¡Y qué recuerdos tendría Teodulfo si no hubiese sido destruido! La historia de la conquista de los godos a manos de los musulmanes, quizás incluso más atrás... ¿habría llegado a conocer la gloria imperial de Roma? No tenía sentido reflexionar sobre las cosas que era imposible saber y hacía mucho que mi Sire y señor era cenizas a las cenizas, polvo al polvo. Quizás era mejor así, que no tuviese que ver a qué había llegado todo. Entonces, un recuerdo brilló claro ante mis ojos.

Lluvia sobre tiempos perdidos (2)

Tomé asiento en la butaca frente a Eduardo mientras, con la mano, le indicaba que se sentase conmigo. El puño de la camisa se había movido, como siempre, así que lo reajusté mientras dejaba que mi mente vagase con calma.

Lluvia sobre tiempos perdidos (1)

La vista de las calles antiguas de Barcelona se desplegaba del otro lado de la ventana de la casa reformada que yo llamaba mi hogar. Mi reflejo en el cristal me devolvía la mirada con gesto sereno y tranquilo mientras veía las gotas de lluvia llenar la calle y repicar contra el cristal. Un poco por encima mía y a los lados, las gárgolas traídas hacía tiempo dejaban caer dos largos chorros de agua que se precipitaban con fuerza en la canalización de la calle, iluminada tenuemente por las farolas. ¿Cómo había podido Barcelona degradarse hasta tal punto? Esto solía ser el centro de la urbe, lugar de comercio y conquista, de poder y riqueza... y ahora, un barrio degradado, conquistado por prostitutas y maleantes.