Paraiso Perdido 22: El Sonido del Silencio
Las manos del pianista desgranan las notas de un clásico sobre la incomunicación; la sabiduría poderosa e infinita, destilación de lo mejor y peor de la humanidad, que es la sección de comentarios de Youtube dice que si Simon y Garfunkel advirtieron de los peligros del aislamiento y el silencio, Disturbed se enfadó de que nadie hiciese caso de esa precaución. Silencio como el de la esposa que ve a su marido languidecer en el sofá bajo la depresión, o del emigrante que recibe la notificación de un sistema insensible que le deporta de vuelta a su origen, o incluso la maliciosa que modifica unos planos para avanzar sus carreras. Pero la advertencia de la música llega muy tarde, pues la Incomunicación comenzó mucho antes, con el silencio divino que se negó a responder a las dudas y preguntas de sus elohim, que les dejó a solas, ignorados. Doble check, dejados en vistos. Y los que quisieron más, como la Nereida encargada de alzarse de las mareas, fueron silenciados permanentemente.
Y todo por el pecado original, que las líricas retratan: and the people bowed and prayed to the neon god they made... ah, la diva celosa que se sienta en el alto trono y... me disperso, retomemos nuestra historia.
A nuestros seis protagonistas los encontramos aquella tarde de martes en el Mall de Central Park, tras la conversación con los cambiaformas. Un ejemplo más de la incomunicación de la que habla la canción, con dos partes que aunque se comprenden no pueden ayudarse, people talking without speaking, people hearing without listening. Se les había ocurrido una forma adicional de gestionar el procesar la magia, acudiendo al aquelarre de las brujas de Salem en el norte, pero Isaac ya les había advertido que eran complicadas y difíciles, poderosas y peligrosas. De modo que la idea principal seguía siendo acudir al Lago Ness y lidiar con el dragón allí.
Matt escribió a Clarke para ver si el Tirano sabía algo y este le dijo de reunirse porque también quería hablar con él de asuntos de la Corte. De modo que hacia allí fueron, pero Jennifer pensó de camino que quizás los dragones, como seres de cuento de hadas y mitología, eran asunto de las hadas y quizás pudiesen contar con su ayuda. Gestas y todas esas cosas que les importan, al fin y al cabo. Pero primero, como había que hacer tiempo hasta que el Diablo les recibiese, fueron a comprobar si la barrera de la Catedral de Saint Patrick seguía en pie. Spoiler alert: sí. Pero en el proceso, Dae-suo examinó la localización y sus símbolos ocultistas y con el conocimiento arquitectónico de Adam, llegó a la conclusión de que el Coro Celestial de magos había construido aquel santuario como refugio y protección para los feligreses, si se vieran en peligro. Ellos, como demonios, eran reconocidos como esa amenaza que podría afectar a los creyentes y, por tanto, su entrada estaba vedada por poderosa y antigua magia, alimentada por la creencia y la fe de la gente durante más de siglo y medio de reunirse a orar entre sus muros.
El líder de la Corte les recibió después, sorprendido gratamente de que estuviesen todos. Sin embargo, tenía poca información sobre hadas, dragones o Quintaesencia, podía ayudar haciendo preguntas, pero poco más, quizás Jordan pudiese hacer más. Pero ya que estaban juntos les habló de que quería convocar a todos los Caídos esa noche para organizar finalmente los Cinco Ministerios que toda Corte debía tener, pero que no sería él quien nombrase a los candidatos sino que, siguiendo la tradición democrática americana (tan bajo amenaza por el pequeño dictadorzuelo en la Casa Blanca), se haría una votación y todos ellos eran libres si querían de postularse a alguno de los cargos. Dae-suo estuvo inmediatamente interesado en el Ministerio de Águilas, como buen Faustiano el deseo de poder llama con fuerza, pero también Matt mostró cierto interés desde el principio al respecto.
Pero eso debería esperar a la noche, de modo que en las horas restantes de la tarde Jennifer les convenció de ir a buscar al pequeño Peter para reclutar a las hadas en la causa de cazar dragones. Hasta Jersey que se fueron pero a esas horas, el pequeño estaba en la hora de la cena y su madre, quien cogió el telefonillo cuando la demonio timbró, acabó amenazando con llamar a la policía ante las cosas creepies que decía la Guardiana, pues en su inocencia Aislynn no entendía las implicaciones que tenían algunas de esas cosas. Tampoco es que importase que no le abriese, la puerta lo hizo ante su comando antiguo y su dominio de los Saberes e invisible subió al piso donde el padre intentaba que el muchacho cenase para acostarle. Iba para largo.
Los demás, aburridos de esperar, se encaminaron de vuelta a Manhattan donde Violet había concertado un encuentro con Jordan a ver qué podía saber el bibliotecario. Cerrado su puesto de trabajo por las horas, el punto de reunión fue una callada cafetería de barrio, donde conversaron sobre hadas, sueños y el pasado. Un tiempo ya discurrido pero grabada en la memoria de la Nereidad, con el papel que tanto su Casa como la importantísima Tiamat habían tenido, antes de que la demonio perdiese el juicio. Toda la capacidad de soñar, las criaturas y seres que salían de la imaginación y creatividad de la humanidad había sido alimentada por los Caídos del Quinto Día, pero con su encierro todo aquello había evolucionado mucho más allá, en las profundidades del Ensueño. En cuanto a Nessie, Jordan no sabía si el dragón acuático podría ser educado y domesticado incluso con los poderes de la Sexta Casa que tenía George, pues los dragones son seres poderosos y presentes en todas las mitologías humanas, en todos los sueños y pesadillas.
Mientras tanto, el padre llevó a Peter a la cama y le estuvo contando un cuento de Merlín un buen rato hasta que el infante se durmió. Así se alimenta la imaginación, normal que al final acabase siendo un changelling y no un vampiro sin una pizca de creatividad. Pero bueno, al marcharse el padre, Lancelot se despertó en la cama y estuvo entusiasmado ante la idea de partir a la caza de un dragón en noble gesta. Pero él, a título personal, poco sabía de esas bestias malvadas que solo la Corte Oscura se atrevería a aproximarse, quizás la Dama Morticia podría saber más pero se encontraba en el Ensueño junto a la Reina. Así que al final acordaron que el caballero entregaría la carta y al día siguiente traería respuesta de la Consejera Real, después de que se enfrentara al más imposible de los enigmas y el más terrible de los tormentos: un examen de matemáticas con la Profesora Sarah. Algo en lo que Jennifer se ofreció a ayudar haciendo unas pequeñas trampirijillas.
Cenaron, se cambiaron de ropa y para la medianoche todos se encontraban presentes en la Corte de la Gran Manzana para hablar de encargos ministeriales. Quienes digan que los demonios no son seres políticos, con sus conspiraciones y juegos, no tienen ni idea de nada, pero allí en Nueva York el proceso se realizó de un modo mucho más suave que en otros antros decadentes como Los Ángeles. Explicó lo que significaba cada cosa, el derecho de voto de todos los presentes (con la excepción de Nuriel que estaba solo como invitada y Darrell que aún no había terminado de formalizar su pertenencia a la Corte) y procedió a empezar con el importante Ministerio de Águilas. Una causa sencilla, pues Dae-suo era el único candidato a Más Atento Vigilante ya que Jordan no quería tener que perder su valioso tiempo en las cuestiones menores de la política demoniaca.
El Ministerio de Uros era el siguiente, y en este caso sí que hubo dos opciones, pues Adam se postuló como lo hizo Amber. Aun con el apoyo y ánimos de George, la otra Devoradora no tenía ni la labia ni la diplomacia para asegurar los votos y fue el arquitecto el Lord Sabueso de la ciudad. Las cosas se complicaron a partir de la llegada al Ministerio de Dragones, pues hubo múltiples candidatos, candidaturas retiradas y negociaciones. Violet tenía precaución de que Elias se presentase a este u otro de los cargos y el intercambio de insultos y palabras amargas entre ellos se produjo entonces por primera vez. El Sonido del Silencio ataca de nuevo. Al final, la candidatura a Gran Inquisidora se la acabó llevando Jennifer sin otros candidatos, tras un alegato sobre encontrar a los enemigos y convertirlos en amigos que acabaría volviendo a morderle en el culo poco más tarde, pero ya llegaremos.
La confrontación real llegó con el Ministerio del Polvo, el encargado de la humanidad, entre Elias y Matt. Acusaciones, proclamaciones de objetivos, del rol de la humanidad en lo que estaba por venir, interrupciones y mediaciones sacaron lo más voraz de la competitividad demoniaca, y sería el de la Primera Casa quien fuese nombrado Guía de los Ciegos, para molestia y contraposición del de la Tercera cuyo rencor se alimentaba con cada uno de estos choques. Finalmente, el Ministerio de Leones fue asignado a Margaret pues era la única candidata, y la nueva Lord General tendría que preparar las fuerzas de la ciudad para cuando la guerra llegase. Todos los nuevos Ministros tenían por delante la misión impuesta por su Tirano de elaborar un plan para su Ministerio a lo largo de la siguiente semana, para discutir y poner en común en la siguiente reunión de la Corte de la Gran Manzana.
Nuriel les contó entonces de sus conversaciones con Ignael en la prisión, con buenas y malas noticias que compartir. Los prisioneros liberados eran pactos del Diablo Encadenado y, como tales, libres por la ciudad cumplirían la voluntad de su señor, fuera esta la que fuese. Al menos, todo parecía indicar que el hermano doblemente caído no podía romper los pactos de los familiares de Jennifer. Y la buena nueva era que en efecto era posible traer de vuelta del Tormento incluso a un ser tan perdido, pues el Perdón era un camino a todos disponible, aunque sin la parte humana para equilibrarle, la tortura de su alma seguiría recuperando su nivel anterior si no era continuamente balanceada.
Finalmente habló Darrell que les dijo que se había decidido a organizar una expedición al mundo de los muertos en busca del poderoso ángel caído Caronte. Quien quisiese era bienvenido a acompañarle, y compartió con ellos (aunque algunos ya lo sabían) la existencia del tren fantasma como una forma de acceder a esa ciudad de espectros si él no estaba cerca. Aparentemente, sus conversaciones con Ángela no habían sido tan productivas como el Segador esperaba y la otra de la Séptima Casa no tenía demasiado interés en lo que ocurriese en las Tierras sin Sol... o lo que quedaba de ellas.
Mientras la Corte se despedía y dispersaba, los seis se quedaron hablando de lo ocurrido, del enfrentamiento con Elias y el hecho de que ahora controlaban entre ellos cuatro de los cinco Ministerios. Y cuando salieron, esperando ir a casa a descansar, alzaron la mirada para ver tres estrellas fugaces en los cielos y supieron de inmediato lo que significaba: la Hueste Celestial había regresado. Violet quería respuestas, como buena Críptica, y quería ir a verlos, pero Jennifer no creía que fuese a salir nada bueno de ello y tenía miedo. Como ella misma reconoció, tan cerca de quizás cumplir su sueño de reencontrar al Primero, arriesgarlo ahora la paralizaba. Dae-suo también quería ir, pero George y Matt lo veían poco claro: mucho riesgo para poco beneficio. Pero con elegancia, sutileza y las palabras adecuadas (incluyendo el recordatorio de lo que Jennifer había prometido durante su elección como Gran Inquisidora), Violet consiguió convencer a todos de ir a ver a los ángeles.
Pero no irían a ciegas, pues Dae-suo consultó en el tapiz de la Creación qué revelaban los Patrones sobre lo que estaba por ocurrir, y encontró que la batalla era probable pero no inevitable. Sondeando en uno de los peores senderos posibles, aquel en que la lanza de plata angelical perforaba el corazón de Jennifer y su esencia demoniaca era destruida permanentemente, consiguieron vislumbrar muchos más detalles de qué determinaba que hubiera o no hubiese combate, de cara a lograr evitarlo. Y llevar a Nuriel era algo que, en todo momento, ayudaba ligeramente a evitarlo, de modo que la poderosa Diabla fue invitada a acompañarles y juntos, todos se encaminaron de nuevo a la misma iglesia en New Jersey en que se había producido el primer encuentro con la Hueste.
Tres ángeles se encontraban en el viejo atrio de madera, frente al altar en honor a un Dios que ellos servían sin dudar. A la primera por la izquierda ya la conocían, pues había sido la primera en visitar estas ruinas del Eden. Por la derecha, la acuosa y firme figura de Nayarel, un poderoso oficial de la Quinta Casa cuyo papel en el dominio de los mares había puesto final a la ciudad donde Cerubiel había terminado su tiempo antaño. Pero destacando sobre ellos, alzándose en medio sin tocar el suelo, Rafael les dio la bienvenida, y con su vista llegaron el aluvión de recuerdos asociados al poderoso Guardián.Algunos recordaron el intento que Rafael, junto al coro al que había pertenecido Euterpe, había intentado llevar la música a Adan y Eva antes de la Rebelión. Otros recordaron como aún en los momentos más terribles de la Edad de las Atrocidades, Rafael siempre fue de los miembros de la Hueste más razonables y menos tendentes a la violencia. Pero, como amargamente recordaba Malakias, su tolerancia no implicaba cesión, pues el poderoso ángel de la Segunda Casa no creía en el Perdón para el delito de alzarse contra la voluntad divina. Segundo solo por detrás de la Autarca de su Casa, Lailah, la firmeza inamovible del general de la Hueste no había cambiado pese a los milenios discurridos desde aquellos encuentros.
La conversación fue tensa y complicada, pues los Caídos sabían que la palabra equivocada, el desafío, el choque o el error, llevarían a la violencia para la cual no estaban preparados. Pero querían conocer, no en vano era la Críptica Violet quien había liderado la decisión de ir hasta allí. La Hueste, descubrieron, había notado el regreso de su antiguo enemigo a la Creación y en el futuro habían llegado a ver el abandono de la prisión divina y la llegada de los grandes malos que eran los Encadenados por todo el mundo, como Nuriel les había advertido durante la Corte. Y ahora las Ciudades de Plata observaban las Ruinas del Eden para confirmar lo previsto y aguardaban la decisión de Miguel a la hora de desatar el Apocalipsis y dar final a la Creación para usar su materia y aprendizajes en una nueva, más perfecta. Todo, como dijo el arcángel, tiene un final.
La única alternativa era que los demonios se encerrasen de nuevo a si mismos en el Infierno, voluntariamente o no, y entonces la humanidad podría languidecer siguiendo la condena por sus pecados. Pues la atrocidad de Caín ahora era cosa cotidiana, y los números de asesinados se contaban por millones debido a guerras, hambrunas y pestes. El ángel escuchó sus alegatos para evitar la guerra, para buscar otras salidas e incluso Jennifer dijo que lo haría si le aprestaban las armas y aperos precisos para encerrar a los demás en el Infierno de nuevo y cerrar tras ella. Pero el Cielo no haría eso y la Hueste cumpliría la sentencia que Dios había dictaminado para el mundo durante el anochecer del Décimo Día. Como siempre, escuchaba pero no oía, su decisión tomada mucho atrás e inamovible como la vida de la que era protector.
Hello Darkness, my old friend, I've come to talk to you again.
Y como en los trágicos actos de una terrible obra de teatro, escrita tanto tiempo atrás que nadie ya recordaba el guión, la chispa de la rebeldía renació en los corazones de los seis Caídos. Incluso Malakiel el Arrepentido recordó el precio de la sordera de los Cielos. Si su destino era ser encerrados de nuevo en el Infierno y la humanidad destruida, una vez tomarían las armas y aullarían su desafío hasta que las Altas Torres de Plata se sacudiesen y partiesen. No se sometieron antaño a un Dios ciego y sordo, mudo y aislado, y sin duda no lo harían ahora.
Sin guía allí, su determinación para encontrar al Primer Caído ardiendo de nuevo fuerte en sus corazones, regresaron a Nueva York, a la espera de un nuevo día que les llevase más cerca del Final. Y si caían no sería de rodillas suplicando perdón, si lo hacían sería firmemente de pie, desafiantes hasta la conclusión de su drama. Algunos lo harían por si mismos, otros por convicción y amor a la Humanidad, pero lo harían juntos.
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