La Rabia
Hubo un tiempo en que la Rabia tuvo el poder de purgar el mundo entero en un baño de sangre, de podar a la humanidad hasta reducirla a un tamaño adecuado. Hubo reinos de los nuestros, ocupando nodos de gran poder en el interior de los bosques sagrados, donde únicamente las hadas osaban desafiarnos. Hubo un tiempo en que mortales, vampiros y magos vivían escondidos en sus ciudades, temiendo que los aullidos de los lobos en los bosques resonasen esa noche en sus calles, pues nada podían hacer para detenernos. Fuimos reyes, bardos, guerreros de renombre, protectores de los espíritus, visionarios, cazadores de monstruos, jueces sabios, exploradores de la Umbra… La Rabia lo era todo. Pero entonces perdimos a los Aulladores Blancos en su descenso a la Espiral. Los humanos comenzaron a reproducirse como conejos y las ciudades crecieron; por cada nuevo ladrillo colocado, un árbol era talado, y nosotros retrocedíamos un paso. Los vampiros los alentaban a crecer en númer...