Crónicas de las Tierras de la Bruma 41: Alzar la Negra
El ciclo del fuego, el tiempo del cambio, se produjo entre muchas resistencias y muchas oposiciones. Fue por aquel entonces que el Dragón Demoniaco se presentó en la ciudad, exigiendo el sacrificio de un edificio para honrar su divinidad. Si no se aceptaba ese sacrificio, destruiría la ciudad con la misma facilidad con la que nosotros podemos apartar uno de las ramas de esta hoguera. Y esto inició complicados debates dentro del Nuevo Cisne, en torno a qué hacer al respecto. Aurora llevó la voz cantante de oponerse a sacrificar ningún edificio, pues si el Dragón realmente era el aspecto terrenal de la Malicia divina, temía que ese acto pudiese reforzarlo. En contraposición, Shana creía que era mejor sacrificar un edificio a que fuese destruida toda la ciudad o tener que quedarse ellos a defenderla si hacía falta, contra un enemigo que, por aquel entonces, aún era superior en fuerza y poder a ellas. Gnaven se mostró partidario, como Zarel, de defender la ciudad pero no claudicar a l...